Guayaquil pierde su centro: comercios cerrados, calles vacías y miedo constante
Comerciantes resisten en medio de locales cerrados, calles solitarias y un ambiente que antes era símbolo de vida y hoy refleja abandono.
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Locales en alquiler ( )
En un video que se hizo viral en redes sociales, muestra una triste realidad, de la avenida 9 de Octubre, ya que era la calle más viva y comercial de Guayaquil, pero hoy parece una vía fantasma. Las imágenes muestran decenas de locales cerrados con sus puertas enrollables bajadas, algunos en alquiler, otros en venta.
Y más allá de la escena, se siente la desconfianza, ya que la gente camina mirando hacia todos lados, con el celular escondido, tratando de evitar ser víctima de los constantes robos.
Pero no solo es 9 de Octubre, el abandono se extiende por calles cercanas como José Mascote y Quisquís. La situación es visible y preocupante. Incluso los cuidadores de carros, ya no tienen carros que cuidar.
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Juan Quinaloa lo vive en carne propia, ya que tiene un local de gigantografías en el centro desde hace 14 años. Durante la cobertura de Televistazo, no atendió a ningún cliente. “Imagínese, antes esto era movido, se trabajaba hasta las 10 u 11 de la noche. Ahora, a las 6 de la tarde tiene que estar todo cerrado, porque si se pasa una hora más, es un robo seguro”, relató. también indico que sus ventas han caído un 80 %.
Lo mismo le pasa a Geancarlos Ronquillo, quien atiende un local de comidas en la zona. “Por la delincuencia ha bajado mucho la afluencia de clientes. A esta hora ya casi nadie viene a comer”, explicó resignado.
El impacto no solo es en los negocios, ya que más de una docena de edificios de varios pisos están completamente vacíos o incluso abandonados. Grandes carteles de se alquila o se vende cuelgan desde ventanas y fachadas.
“Antes pedían USD 120 mil por una casa, ahora piden 70 u 80 mil, y nadie quiere comprar”, comentó Juan. “Locales que costaban USD 500 ahora los dan en 250 y aun así están vacíos. Ya nadie quiere alquilar, todos se están yendo”.
La imagen del centro actual dista mucho del bullicioso Guayaquil de antes. Hoy, en vez de movimiento, comercio y vida, queda la sombra de una ciudad que clama por seguridad y recuperación.
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