Aeropuerto de Guayaquil mejora inclusión con nueva señalética para personas con discapacidad

Viajar puede ser una experiencia abrumadora para cualquier persona, pero lo es aún más para quienes viven con alguna discapacidad. Pensando en ellos, el aeropuerto José Joaquín de Olmedo de Guayaquil ha adaptado sus espacios y pronto se sumará oficialmente al programa internacional Sunflower, con el objetivo de convertirse en la primera terminal aérea del Ecuador en formar parte de esta iniciativa.

Entre los cambios ya visibles, se encuentran señaléticas en braille, superficies podotáctiles en el suelo, pantallas con intérprete de lengua de señas y un área de juegos sensoriales para niños con autismo.

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Víctor Coello, un viajero con discapacidad visual, celebró los avances: “Con las señaléticas, podemos dirigirnos a donde queremos ir. Si es bajar una escalera o tomar el ascensor, ya sabemos por dónde hacerlo porque está en braille”.

Otra usuaria, Karen Andaluz, madre de un niño de tres años, también destacó los espacios amigables: “Me parece muy interesante. Mi hijo es muy activo y con el área de juegos lo pude mantener entretenido mientras desayunaba”.

Uno de los cambios más significativos será la implementación del programa Sunflower, una iniciativa adoptada por más de 300 aeropuertos en 30 países. A través de un cordón con girasoles, el personal identificará a pasajeros con discapacidades ocultas como autismo, demencia, discapacidad auditiva o intelectual.

Helen González, del área de servicio al cliente de TAGSA, explicó que los viajeros que porten este distintivo deberán llenar un formulario para indicar sus necesidades esenciales. “Así podremos brindarles asistencia adecuada durante su paso por la terminal”, comentó.

Para garantizar un servicio de calidad, 300 empleados han sido capacitados, y el programa estará completamente operativo desde julio. Además, el aeropuerto reafirma su compromiso con la inclusión al incorporar a personas con discapacidad en su plantilla. Según Ana Rolong Reyes, coordinadora de servicios generales de TAGSA, actualmente trabajan 19 personas con discapacidad, en su mayoría auditiva.

Con estas acciones, el aeropuerto de Guayaquil busca transformarse en un espacio verdaderamente accesible e inclusivo, estimando beneficiar a cerca de 5 millones de pasajeros al año.