El volcán Cotopaxi registra flujos de agua y lodo a causa de las lluvias en la zona

Luego de cuatro meses de declarado el fin de su proceso eruptivo, el volcán Cotopaxi volvió a ser noticia el 10 de febrero. El Instituto Geofísico (IG) informó que desde las 14:30 de este sábado, se registraron "señales sísmicas de alta frecuencia".

Sin embargo, estas no corresponden a actividad eruptiva, sino al descenso de flujos de agua lodosa que, aunque no son de gran intensidad, pueden afectar la vía al refugio en el sector de Agualongo.

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La institución explicó que este tipo de fenómenos ocurren debido a la presencia de lluvias que re-movilizan el material volcánico acumulado en las zonas altas. Por eso recomendaron no acercarse a los cauces de las quebradas y ríos de las inmediaciones del Parque Nacional Cotopaxi.

El IG dijo a Ecuavisa.com que la actividad del volcán se ha mantenido en niveles bajos durante los últimos meses y no existen signos de reactivación. Además, que los flujos son de alcance limitado a las inmediaciones del parque y no constituyen una amenaza importante para la población.

En octubre de 2023, el Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional informó que el proceso eruptivo del volcán Cotopax llegó a su fin.

"La evolución de la actividad del Cotopaxi en el mediano a largo plazo es incierta, debido a la naturaleza misma de los procesos volcánicos", aseguró la institución. Sin embargo, por ahora se considera que el escenario más probable a corto plazo es un retorno a un estado similar a lo observado previo a octubre 2022.

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En un comunicado, el IG explicó que el periodo eruptivo comenzó el 21 de octubre del 2022. La actividad más fuerte, sin embargo, se registró entre diciembre de ese año y febrero de 2023, cuando presentó hasta 10 emisiones de ceniza por semana. La mayoría de ellas fue de baja altura, menos de un kilómetro sobre el nivel del cráter, y con bajo contenido de ceniza.

No obstante, desde finales de febrero del año en curso, se observó un paulatino descenso de la actividad interna y superficial del coloso. A ello se sumó la disminución de sismos, emisión de cenizas, vapor y gases.