26 nov 2025 , 21:02

Seguridad y salud: los frentes que Noboa no logra estabilizar

A dos años de gobierno, la violencia crece pese a los operativos y los hospitales siguen colapsados. Los avances son parciales y continúan sin una estrategia integral.

   

A dos años del Gobierno de Daniel Noboa, la seguridad y la salud pública siguen siendo los frentes más críticos. Lo que comenzó como una "guerra total" contra el crimen organizado muestra hoy un balance mixto: avances operativos, pero una violencia que no da tregua. A esto se suma la ausencia de una fórmula efectiva que permita operar al 100 % los hospitales del país.

En este periodo, el presidente ha firmado más de 10 estados de excepción, varios con toque de queda, para sostener operaciones militares y policiales. Ecuador pasó de cuatro a 22 organizaciones terroristas. No se conoce cuántos integrantes conforman estas estructuras, pero hasta noviembre, 2 530 menores fueron retenidos por delitos graves como asesinato.

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La violencia también aumentó. Entre enero y el 20 de noviembre de 2024 se registraron 6 121 muertes violentas; en el mismo periodo de 2025 subieron a 8 122. La tasa escaló a 44 homicidios por cada 100.000 habitantes.

En 2025, la Policía detuvo a 64 654 personas e incautó 248 000 municiones y 9 500 armas de fuego. Además, capturó a 31 objetivos de alto valor y 294 de valor intermedio. Sin embargo, en materia de droga, 2025 muestra un retroceso: en 2024 se incautaron 265 toneladas, mientras que hasta noviembre de este año la cifra llega a 195 toneladas.

Policías inspeccionan a un conductor en Durán.
Policías inspeccionan a un conductor en Durán. ( )

Las cárceles siguen siendo el epicentro del colapso estatal: 760 presos murieron entre enero y septiembre, 105 de ellos asesinados; el resto falleció por enfermedades como tuberculosis y desnutrición.

El Gobierno destinó USD 3 765 millones al Ministerio de Defensa, Ministerio del Interior, el Servicio Nacional de Atención Integral a Privados de Libertad (SNAI) e Inteligencia; para 2026 se proyectan USD 4 054 millones.

Pese a ello, un experto en seguridad señala que el IVA del 15 % aún no muestra resultados concluyentes. Renato Rivera, investigador de la economía del crimen organizado, advierte: "9 de cada 10 homicidios intencionales en Ecuador son con armas de fuego. No tienes una estrategia integral, por ejemplo, para evitar que los chicos tengan armas”.

Señala que el desafío es construir una estrategia completa para enfrentar a organizaciones criminales con más dinero y capacidad de reclutamiento. Ese deterioro también se refleja en hospitales públicos colapsados.

Crisis en el sistema de salud

En los hospitales, los pacientes lidian no solo con sus enfermedades, sino también con problemas estructurales que persisten: largas esperas para obtener un turno, falta de medicinas que deben costear de su bolsillo y cirugías que no se concretan por falta de insumos.

Noboa recibió un sistema de salud enfermo. La crisis se evidenciaba no solo en la falta de medicinas, sino también en la inoperatividad de equipos esenciales. Las denuncias públicas de pacientes que no podían completar sus tratamientos llevaron al presidente a emitir uno de los decretos más trascendentales de su primer año: dio un plazo de 90 días para poner en funcionamiento la maquinaria médica. La disposición se cumplió parcialmente. Hasta ahora persisten denuncias de equipos que no funcionan.

Noboa aseguró que el Ministerio de Economía y Finanzas destinó USD 3 000 millones para saldar una “deuda histórica” en salud. Entre los beneficiados, según el Gobierno, estuvieron Solca (50 millones), médicos del MSP (7,8 millones) y empresas dializadoras (62 millones). Sin embargo, estas últimas sostienen que el Gobierno aún les adeuda 150 millones de dólares.

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En su segundo año de mandato, la crisis se agravó. Aunque las autoridades negaban públicamente los problemas, la situación obligó al mandatario a declarar la emergencia en el sistema de salud, en medio de protestas en hospitales por falta de medicinas y pagos atrasados. El presidente designó a varios funcionarios, entre ellos la vicepresidenta de la República, María José Pinto, y el entonces presidente del IESS, Édgar Lama, para integrar un comité de salud y enfrentar la crisis del sector.

La compra masiva de medicamentos, eje de la emergencia, también enfrentó cuestionamientos por presuntos sobreprecios y conflictos de interés que involucraron a Lama. En el Ministerio de Salud, la falta de soluciones provocó la salida de Jimmy Martin, el quinto ministro durante esta administración. El presidente encargó la conducción del sector a la vicepresidenta Pinto, quien prometió una gestión "rápida y libre de corrupción".

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