22 feb 2013 , 04:14

La piloto de Saereo relata los hechos antes de encarcelamiento en Guatemala

   

 

 

La capitana Eunice Cerón Dávila de 49 años es una profesional con 30 años de experiencia, 12 como instructora y 10.000 horas de vuelo. Sin embargo, el pasado 18 de agosto del 2012 su vida dio dramático giro.

 

Esa mañana salió del aeropuerto de Manta hacia Guatemala, pero en la terminal aérea La Aurora de ese país fue detenida. En el avión se encontró 405 kilos de cocaína dentro de 16 maletas de los pasajeros guatemaltecos.

 

Cerón relata los hechos: “Llegue, me estacioné y antes de que los pasajeros se bajen había tres personas en la plataforma haciéndome señales para el parqueo. Luego me dieron un teléfono, no sé de quién era, y me llaman la atención por haberme parqueado donde me dijo la torre de control. Cuando llegamos a la plataforma de la empresa solicitada por Saereo, pedí que lleguen los perros y los chequeos antinarcóticos”.

 

Extrañada y molesta por la llamada, volvió a subir a los pasajeros a la nave y llamó a la torre de control. Ellos le indicaron que se estacione en otra plataforma, donde se realizaron los controles y chequeos rutinarios.

 

Para sorpresa de la piloto y la tripulación entera, dentro del avión que piloteó por casi tres horas se encontró droga: “De ahí me entero que los señores guatemaltecos dijeron que esa carga no era de ellos. No puede ser posible que me metieran droga en el avión. Lo único que pensé es 'Dios mío, ¿qué pasó?, ¿dónde estuvo la falla? ¿quién cometió esto?'”

 

Desde entonces comenzó la odisea. Eunice, junto a Luis Nachimba Ninacuri, técnico de Mantenimiento; José Robalino Muñoz, técnico de Operaciones; Vladimir Rosero Merino, copiloto, y la azafata María Granizo Salas, tuvieron que pasar casi seis meses en la cárcel de Santa Teresita de Guatemala: “Me llevaron como cualquier criminal, con todas las sirenas”, 

 

Los más duro según Cerón, fue separarse de su familia. Durante todo ese tiempo su madre cuidó de su hija y también viajó a Guatemala a visitarla. 

 

El pasado 28 de diciembre la familia de los cinco tripulantes de Saereo recibieron la noticia de que sus seres queridos fueron sobreseídos de cargos por el juez Adrián Rodríguez.

 

Pese a las huellas que dejó el largo encierro, hoy todo lo que Eunice Cerón desea es volver a la aviación: “La aviación para mí es como respirar, mi vida es volar”.

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