- CIUDAD DE GUATEMALA. (i-d) José Alexander Robalino
El 18 de agosto del 2012 una aeronave de la empresa ecuatoriana Saereo salió desde el aeropuerto de Manta hacia Guatemala, transportando 405 kilos de cocaína en 16 maletas.
Las autoridades guatemaltecas incautaron el alijo, valorado en 5 millones de dólares, en el aeropuerto internacional La Aurora. Detuvieron y encarcelaron a siete guatemaltecos y a cinco ecuatorianos tripulantes de la aeronave: Eunice Cerón, piloto; Wladimir Rosero, copiloto; Luis Nachimba, técnico; José Robalino, técnico y
María Judith Granizo, azafata.
La nave había sido charteada por empresarios guatemaltecos para transportar a siete personas que habían permanecido tres días en Ecuador, supuestamente en una capacitación.
En noviembre pasado, el presidente Rafael Correa intercedió ante el Gobierno guatemalteco en favor de los ecuatorianos, asegurando que eran inocentes.
El 26 de diciembre, el Ministerio Público de ese país pidió que los involucrados fueran llamados a juicio, acusados de narcotráfico, pero un juez de la Corte sobreseyó a los cinco compatriotas por no encontrar pruebas suficientes.
Aunque la Fiscalía acusó a todos los involucrados, se ordenó juicio penal por cargos de narcotráfico en contra de siete guatemaltecos.
Tras casi cinco meses detenidos en Guatemala, los cinco ecuatorianos abandonaron la cárcel el 9 de febrero y llegaron a Ecuador la madrugada del lunes 11 a reencontrarse con sus familiares.
“No hay palabras para poder explicar lo que significa estar otra vez con la familia. Ellos han sufrido, yo no sé si más que yo, pero la situación de estar alejada de la familia es lo más duro; peor en un país tan corrupto como Guatemala, donde el sistema judicial es lo peor”, dijo Eunice Cerón a su regreso.
Recomendadas