100 productores kichwas cultivan árboles de achiote como una alternativa a la deforestación

En Canelos, una parroquia kichwa asentada en las riberas del rio Bobonaza, en Pastaza, 100 productores de siete comunidades rurales impulsan un cultivo sostenible de achiote.

Este fruto crece en medio del bosque amazónico, con otros alimentos y para su plantación, se propusieron no talar árboles, sino introducir el achiote entre las 100 hectáreas de terreno que les pertenece.

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El emprendimiento inició en el año 2021, y al mes se producen 12 toneladas, que son destinadas al mercado nacional de condimentos, así lo explica Rolan Vargas, habitante y jefe de la comunidad de Canelos.

Según los productores, desde los ocho meses, el achiote produce sus frutos, y se realizan tres cosechas al año. El árbol tiene un tiempo de vida de 40 años.

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Uno de los productores de la zona, Manuel Vargas, explica que una sola mata puede cargar 25 kilos, es decir, un saco, dependiendo si la mata es grande o pequeña, "semanalmente produzco 250 kilos, y al mes unos 1000 kilogramos".

De los 100 productores, 60 son mujeres, quienes van con sus familias a los cultivos. Una de ellas es Carmita Nango, quien produce el achiote para venderlo en capsulas, "es el dinero que ingresa para la educación de nuestros hijos, para la comida, para los pasajes, incluso para que se movilicen los que viven lejos”.

Además, desde este año cuentan con un centro de acopio y una planta procesadora de achiote, mediante la cual han logrado elaborar dos presentaciones de este condimento en polvo con la marca Manduru que ya cuenta con registro sanitario.

En lo que va del año, ya han tenido ganancias por más de USD 50 mil.

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