21 abr 2023 , 09:08

El Fenómeno de El Niño: ¿Qué es y por qué se llama así?

El Fenómeno de El Niño suele darse con más frecuencia que el de La Niña, pero ambos pueden durar largos periodos durante el año.

El Fenómeno de El Niño o FEN está relacionado con variaciones tanto en el océano como en la atmósfera. El Niño es la fase cálida de un evento climatológico, su contraparte fría es conocida como La Niña. Estas fases opuestas de un patrón meteorológico tan poderoso puede alterar la temperatura global.

Fenómeno de El Niño en una imagen de archivo.
Fenómeno de El Niño en una imagen de archivo. ( )

¿De donde proviene su nombre?

Según el portal BBC News, el nombre se lo dieron unos pescadores que notaron que en cierta época del año las aguas del océano llegaban más cálidas a las costas de Perú en temporada navideña, inicio del verano en dicho país.

Invierno Ecuador: advierten calentamiento del océano y posible presencia de El Niño

Lo denominaron El Niño en referencia al niño Jesús, pero su explicación no tiene nada que ver con temas religiosos.

"Las primeras referencias escritas son de una carta de 1891 en la que un peruano explica que su país está en un año de abundancia porque los desiertos se volvieron más verdes y encontraron tipos de peces nunca vistos hasta entonces", le contó a BBC Mundo Luis Alfredo Icochea Salas, catedrático de Pesquera en la Universidad Nacional Agraria La Molina (Perú) y especialista en oceanografía.

El Fenómeno de El Niño: ¿Qué es y por qué se llama así?

Ecuador ya pasó un Niño devastador en 1982 y en 1997. En los años 80's, dañaron daños por $650 millones para el sector productivo. Solo en Guayaquil, el Inamhi estimó en la época que la precipitación acumula excedió los 4.000 milímetros cúbicos de agua.

El fenómeno de El Niño podría golpear a Ecuador en el segundo semestre de este año

El informe meteorológico más reciente, con fecha 13 de abril de 2023, indica que al momento las aguas del Pacífico Tropical no tiene presencia ni de El Niño o de La Niña, pero esto podría cambiar a partir de junio, cuando habrá hasta un 67% de probabilidades de que las corrientes cálidad finalmente arriben a las costas ecuatorianas.

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