Así fue la visita de tres días del papa Francisco a Ecuador en 2015

Era domingo, cinco de julio del 2015, y el país seguía atentamente la llegada de un avión con una bandera vaticana por televisión. Era la segunda vez que un papa pisaba suelo ecuatoriano y la primera estaba ya muy lejos.

Para ese momento, habían pasado 30 años desde la visita de Juan Pablo II al país. El viento de Quito recibió al papa Francisco que, ni bien bajar la escalera del avión, rompió el protocolo y saludó uno a uno a los niños que habían hecho para él una calle de honor.

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En el momento de la visita del sumo pontífice, Ecuador atravesaba por jornadas de protesta en contra de las leyes de herencia y plusvalía impulsadas por el gobierno, pero durante los tres días de visita papal, hubo una especie de tregua.

Los fieles llenaban las vías por las que transitaba el papamóvil, mientras él saludaba sin pausa a la multitud.

Al día siguiente de su llegada, el papa viajó a Guayaquil. Su sola presencia consiguió que la tregua alcanzara hasta los rivales políticos que se unieron para el recibimiento oficial.

En el Puerto Principal, visitó el Santuario de la Divina Misericordia, bendijo enfermos, pidió por ellos.

Pero Francisco no era Francisco sin el humor que lo siempre lo caracterizó. "Les doy la bendición, pero no les voy a cobrar nada, pero les pido por favor que recen por mí.", dijo frente a una multitud.

La primera misa campal fue en el Parque Samanes de Guayaquil, ante una multitud que no llenó el lugar, pero que vibró al escuchar el mensaje del pontífice. "En la familia, hay que arriesgarse al amor, hay que arriesgarse a amar", recordó.

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El papa volvió a Quito, porque también en esta ciudad celebró una misa multitudinaria, en el Parque Bicentenario. "Tampoco la propuesta de Jesús, es un arreglo hecho a nuestra medida, en el que nosotros ponemos las condiciones, elegimos los integrantes y excluimos a los demás", exclamó.

Francisco visitó también la Pontificia Universidad Católica de Quito y la Iglesia de San Francisco, dejando mensajes en cada lugar.

"Un pobre que muere de frío y de hambre hoy no es noticia, pero si las bolsas de las grandes capitales del mundo bajan dos o tres puntos, se hace el gran escándalo mundial", dijo.

El Papa estuvo tres días en Ecuador y luego partió hacia Bolivia y Paraguay. Tras su partida, las protestas se reanudaron y el país volvió a su ritmo habitual.