
Tarek Abdelhay, un ingeniero civil de 24 años de edad, originario de Líbano, continúa atrapado en el aeropuerto de Guayaquil, desde hace un mes.
El pasado viernes 30 de julio, el juez Franco Astudillo, concedió el recurso de hábeas corpus a favor de Abdelhay y ordenó que la aerolínea Air Europa "cumpla de forma inmediata con la ejecución de lo resuelto", es decir, que el ciudadano sea retornado a España o a otro país donde pueda ser acogido, y no a su país de origen donde su vida corre peligro.
En la misma sentencia, la cual tuvo acceso este medio, además, se dispuso que mientras el consulado de Líbano en Ecuador tramite los documentos de viaje, la aerolínea "deberá brindarle un centro de acogida donde se garantice su condición humana que podrá realizarse en el mismo aeropuerto". Sin embargo, cinco días después Tarek continúa durmiendo en la sala de embarque.
Este medio solicitó la versión de Air Europa y la respuesta fue "seguimos trabajando en ello". En la sentencia, el juez también señala que los gastos del alojamiento deberán ser cubiertos por la aerolínea.
En una entrevista con Ecuavisa.com, Abdelhay, expresó "no sé qué hacer es muy difícil (...) la aerolínea no me ha dado nada", mientras habla sus ojos se vuelven vidriosos, y se le quiebra la voz. "No sabemos nada, somos trabajadores", es la respuesta que ha recibido desde el personal de la aerolínea en el aeropuerto, asegura Tarek.
En Líbano quien se autoidentifica como homosexual, o como personas de identidad sexo genérica diversa, son víctimas de múltiples violaciones a los Derechos Humanos.
De hecho, el artículo 534 del Código Penal libanés penaliza ”las uniones carnales contrarias a las leyes de la naturaleza” con hasta un año de privación de libertad.