Ley de Transparencia Social: la Asamblea aprobó un nuevo impuesto a las utilidades
El nuevo impuesto a las utilidades, aprobado por la Asamblea, grava dividendos y utilidades retenidas, lo que podría reducir la rentabilidad de las empresas y afectar la inversión.
Con la aprobación del nuevo impuesto a las utilidades, el Gobierno Nacional suma una carga más a la ya amplia lista de tributos que deben enfrentar las empresas en Ecuador. Aunque la medida busca generar mayores ingresos fiscales, expertos advierten que podría tener un efecto contrario, reduciendo la inversión y limitando la generación de empleo.
La normativa, incluida en la Ley Orgánica de Transparencia Social (conocida también como Ley de Fundaciones), establece que las utilidades y dividendos deberán pagar una tarifa fija del 12 % en el Impuesto a la Renta. Además, las utilidades acumuladas y no distribuidas estarán sujetas a un cobro adicional de hasta 2,5 %. Esto, según analistas, representa una doble imposición que complica aún más el panorama empresarial.
Lea también: La Asamblea Nacional aprobó la Ley de Transparencia bajo la sombra de nuevas demandas ante la Corte Constitucional
El economista Alberto Acosta Búrneo sostiene que esta disposición castiga a los empresarios. "Una compañía que ya pagó el 25 % de Impuesto a la Renta y el 15 % de participación a trabajadores, ahora tiene que pagar hasta un 2,5 % adicional sobre ese mismo monto. En la práctica, es volver a gravar lo que ya tributó", explica.
En Ecuador, las empresas ya enfrentan en promedio entre 13 y 15 tributos, dependiendo de su actividad económica. En la lista están: el IVA, el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD), el Impuesto a los Consumos Especiales (ICE), las autorretenciones, los impuestos a dividendos y una serie de contribuciones municipales. Para los expertos, este esquema resta competitividad y reduce los márgenes de rentabilidad de los negocios.
Joselo Andrade, director del Instituto Ecuatoriano de Economía Política, señala que el nuevo gravamen afectará directamente la capacidad de generación de empleo. "Al final, este costo adicional para hacer empresa en el país explica los altos niveles de informalidad. El resultado será más estancamiento y falta de crecimiento", advierte.
El analista agrega que la medida envía una señal negativa a los inversionistas internacionales. "Estás diciéndole a quien quiere invertir que el retorno neto será menor. Por lo tanto, no es negocio. Por eso Ecuador luce poco competitivo frente a países como Perú, que simplificó su sistema tributario: pasó de 60 impuestos a solo cinco y hoy capta gran parte de la inversión en Sudamérica”, sostiene Andrade.
De fondo, el problema está ligado al déficit fiscal. Para 2025, el Presupuesto General del Estado contempla un desequilibrio equivalente al 4,4 % del PIB.
Revise además: De manera ajustada, ADN logra aprobación de la Ley de Transparencia Social
Acosta Búrneo afirma que mientras no se simplifique el sistema tributario, las empresas seguirán soportando nuevos gravámenes. "El desafío es eliminar la maraña de impuestos que tenemos y quedarnos con los básicos: Impuesto a la Renta e IVA. Incluso el ISD debería eliminarse porque destruye competitividad”, apunta.
El impacto no solo alcanzará a las grandes compañías. El impuesto aplicará a partir de utilidades retenidas de USD 100 000, lo cual afectará también a pequeñas y medianas empresas. Para los especialistas, eso significará menos liquidez, menos capacidad de reinversión y un freno al crecimiento de un sector que ya enfrenta dificultades para sostenerse en un entorno de alta presión tributaria.
🗣️ Según el Gobierno, el proyecto denominado Ley de Fortalecimiento Crediticio busca hacer reformas urgentes al sistema previsional y financiero del Biess. 📲 https://t.co/zrHU7ERpiy pic.twitter.com/pFP1CzdAtu
— Ecuavisa Noticias (@EcuavisaInforma) August 28, 2025
Recomendadas