Ecuador ha tenido ocho condonaciones tributarias en los últimos 17 años para cobrar deudas al SRI

En Ecuador, el perdón de intereses y multas es una herramienta recurrente para los gobierno de turno, independientemente del color que lo distinga.

En los últimos 17 años, se ha dado paso ocho 8 amnistías tributarias y beneficios de pago a deudores de la banca pública. La intención de estas medidas ha sido incrementar los ingresos de un Estado que, generalmente, vive alcanzado.

Sin embargo, desde la política se lo viste como medidas de alivio para la ciudadanía o de incentivo para que la economía se recupere.

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Esta práctica no se detiene. La Ley de Integridad Pública, aprobada a fines de junio, dispuso una nueva remisión tributaria, y la Ley de Áreas Protegidas, aún en trámite, propone el perdón de intereses, multas y recargos de deudas vencidas con la Corporación Financiera Nacional.

Estas medidas consisten en perdonar un porcentaje o la totalidad de los intereses, multas y recargos que acumularon los contribuyentes con el Servicio de Rentas Internas. En cambio, para los deudores de la banca pública, se estipula el pago total o un convenio sobre el capital adeudado. En otras palabras, lo que se busca es recaudar algo.

Y ese algo a veces es poco, a veces es mucho dinero. Algunos datos disponibles señalan diferentes cantidades de recaudaciones:

Si se toma en cuenta la cantidad de remisiones tributarias que ha tenido el país en los últimos años se podría suponer que las deudas en firme con el Estado son bajas, pero no es así.

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Mario Vásconez, experto tributario, señala que la cartera del SRI siempre supera los USD 4 000 millones, por lo que impulsan estas remisiones para recuperar al menos USD 1 500 millones.

En poco tiempo, esta cartera puede subir. "Se está enviando un mensaje claro de que no hay un muy buen manejo de la cobranza, y como no puedo cobrar, se necesita de un perdón de las multas e intereses", señaló Vásconez.

Para una caja fiscal que siempre está necesitada de dinero para cubrir hasta lo básico, que le llegue dinero, de donde sea, es un acto que se agradece.