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La reforma faculta al Presidente a fijar el precio mínimo del banano en cualquier momento; productores temen incertidumbre y exportadores defienden que la mesa de negociación se mantiene.
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Una mujer trabajando en una hacienda exportadora de banano.( )
El Decreto Ejecutivo 116, emitido por el presidente Daniel Noboa, ya genera reacciones divididas entre productores y exportadores de banano.
La reforma al reglamento de la Ley para el control de precios del banano, plátano y otras musáceas destinadas a la exportación faculta al mandatario a ordenar, “en cualquier momento del año y de forma excepcional”, que se fije los precios mínimos de sustentación y los referenciales de exportación.
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Según el gremio productor, la medida abre un clima de incertidumbre. Franklin Torres, presidente de la Federación Nacional de Bananeros, señaló que la posibilidad de modificar los valores en cualquier momento impacta en la planificación de un sector que este año ha movido más de USD 2 500 millones.
“No sabemos realmente el alcance del decreto, hasta dónde va a avanzar y qué es lo que se pretende hacer (...)Yo pienso que las circunstancias actuales que estamos pasando lo que menos necesita es esta inseguridad jurídica para poder trabajar”, mencionó.
Esto, aseguró, dificultará la firma de contratos a largo plazo entre productores y exportadores.
“Lo correcto hubiera sido esperar que la mesa se reúna, fije el precio y de ahí ver cómo reaccionan los mercados. Fijar el precio de una manera directa como lo quiere hacer el presidente puede llegar a incurrir en errores”, añadió Franklin Torres
Exportadores: “No cambian las reglas de fondo”
Desde el lado exportador, la lectura es distinta. Para Richard Salazar, director ejecutivo de la Asociación de Comercialización y Exportación de Banano (ACORBANEC), la novedad es que ahora el presidente puede ordenar que se revise el precio en situaciones excepcionales, pero enfatizó que el decreto no elimina la institucionalidad de la mesa de negociación.
“El decreto está sustentado en la Constitución, en el artículo 335, que faculta al Estado a regular y controlar precios para proteger la producción nacional”, señaló.
Además, recalcó que la normativa establece que los valores fijados de esta manera tendrán carácter provisional hasta que se instalen las mesas de negociación entre productores y exportadores, como exige la ley.
“Esto no es que el presidente mañana se levanta con las ganas de subir el precio, no. Le da la facultad sí el reglamento, pero para esto tiene que haber, de acuerdo a la misma normativa, aspectos importantes que lleven a tomar esa medida. Si hay una coyuntura del mercado que amerita revisar el precio, siempre va a considerar la reunión de la mesa de negociación”, indicó.
Mesas de negociación para fijar el precio del banano
El precio mínimo de sustentación del banano se define cada año, entre octubre y diciembre, para aplicarse en el siguiente periodo.
Se establece mediante un acuerdo ministerial, tras una convocatoria donde participan cinco representantes de los productores y cinco de los exportadores. Usualmente se fija por consenso, pero si no lo hay, la ley faculta al Ministerio de Agricultura a determinarlo.
Para este 2025, se estableció que el precio mínimo de sustentación sea de USD 7,25 tras un acuerdo entre productores y exportadores. El valor se aplica a la caja de 18,1 kilos y fue oficializado por el Ministerio de Agricultura.
El debate adquiere una dimensión adicional porque Noboa proviene de una familia bananera. Su empresa, Noboa Trading, figura entre las principales exportadoras del país y en 2024 registró ingresos por más de USD 220 millones, según la Superintendencia de Compañías.
Mientras algunos productores esperan que actúe “de buena fe” en beneficio de todo el sector, exportadores como Salazar restan importancia al hecho de que el mandatario tenga vínculos directos con la industria.
“Es una familia que tiene más de 60 años en la producción y exportación de banano. Si bien es cierto, él es presidente, pero no ha habido ninguna alteración que indique lo contrario. Entonces, estamos juzgando algo que no se ha dado”, mencionó Richard Salazar
Por su parte, Torres cree que el Ejecutivo debería más bien enfocar sus esfuerzos en enfrentar los problemas fitosanitarios que ya han provocado la pérdida de miles de hectáreas por la plaga del moko y que podrían agravarse si es que se confirma la presencia de Fusarium Raza 4 en el cantón Santa Rosa en la provincia de El Oro.
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