28 jul 2015 , 09:38

Amor en tiempos de Redes Sociales

¡Las redes sociales ahora dominan hasta las relaciones! Increíble, pero cierto.

Hoy voy a reunir varias historias que se entrelazan entre varias redes, pero antes déjenme recapitular cómo era el…

 

Amor en tiempos analógicos

 

Recordemos esta escena de los años 80: dos jóvenes en una misma fiesta. El chico veía las mil maneras de acercarse a la chica, pensando calculadamente el discurso y repitiéndolo y ensayándolo una y otra vez antes de llegar a ella y decirle “Hola, ¿cómo estás?”. Después, era toda una conquista conseguir el número de teléfono- el convencional, el analógico… ¡sí, el de marcación!-  para que ella, quien había quedado encantada con su nuevo pretendiente, se sentara horas frente al aparato, solo esperando la llamada. 

 

Las horas pasaban hasta que un “ring” que aturdía sonaba para poner en evidencia el nerviosismo de ambos y el probable inicio de una linda relación.

 

 

Ahora volvamos al presente.

Relación rota

 

José conoció a Paula por Tinder. Después de unos días de chatear, finalmente quedaron de verse en un restaurante de comidas rápidas en la esquina del trabajo de uno de ellos. Se encontraron, conversaron con inmediata afinidad y siguieron saliendo. Los dos son arquitectos y hoy, un poco más de un año después, siguen juntos. Algunos problemas de relaciones los acompañan, pero nada que una pareja que se conoció convencionalmente no tenga también. El Tinder había logrado su objetivo. 

 

Tinder es una aplicación social que permite a los usuarios comunicarse con otras personas para concretar citas. Esta red social muestra diferentes perfiles de usuarios y cada usuario decide si está interesado en la persona que le va apareciendo. Si ambos están interesados en sí, lograrán iniciar una conversación a través de un chat interno y el resto…bueno, el resto ya es historia. Pero permítanme contarles cómo es el …

 

Amor en tiempos de Tinder

 

 pareja  

 

Solange es madre soltera, tiene 35 años y decidió abrir un perfil en esta red social. A los pocos meses conoció a Martin, padre de dos hijos, quien coincidió con ella en su profesión. Ambos viven a distancia, pero decidieron avanzar la relación viajando hacia el destino de uno de ellos. Cuando les pregunté “¿Cómo se conocieron?”, sin ningún tapujo me dijeron “¡Por Tinder!”

 

Tinder fue lanzada en agosto de 2012, por un grupo de jóvenes que crearon esta aplicación para conseguir pareja y hoy en día, es considerada una de las aplicaciones de citas más importantes del mercado digital. De hecho, en el 2014, fue nominada a la App del Año en los premios Enter.Co, con más de 50 millones de usuarios. Ahora trasladémonos a una red social más conocida.

 

Amor en tiempos de Facebook

 

amor por Facebook

 

Lorena salió el sábado en la noche y conoció a Sam, un abogado que vive en Atlanta. Él se le acercó para conversar y le dijo “Déjame seguirte en Facebook, así podemos estar conectados”. Ella no solo compartió con él un momento en la discoteca, sino que le dio su perfil de Facebook y su número de Whatsapp. De esa relación no tengo todavía mayores referencias, ojalá pueda seguir su historia, pero, hablando de Whatsapp…

 

Amor en tiempos de Whatsapp

Amor por whatsaap

 

Belén es médico intensivista, una mujer de carácter fuerte y muy simpática. Ella tiene 34 años, su pasión es cuidar sus plantas y a su perro. Podría ser una muy buena candidata, pero está soltera. Ella trabaja turnos hasta de 24 horas continuas y cuando tiene libre sale con sus amigos a tomarse un trago, como cualquier mujer común que aspira divertirse, conocer a un hombre interesante y vivir una linda historia.

 

“Ni creas que hoy en día te llaman, ya nadie llama al celular, ahora todo es por Whatsapp”, me dice ella. Whatsapp no es una red social, pero si una aplicación de descarga que es mundialmente utilizada para comunicarse desde cualquier lugar del mundo. “Los chicos te piden el número, te escriben cuando quieren y si les gustas, ahí recién hacen el esfuerzo de llamar… Ahora así es como funciona.” 

 

Recientemente Whatsapp incorporó las llamadas gratuitas, lo que la ha convertido en una herramienta más útil de comunicación. Por lo visto para las relaciones ahora resulta una forma de acercamiento´, que cada vez aleja más a la palabra de su intención (pues no es lo mismo escuchar las palabras de quien te habla, que leerlas). La imaginación te puede hacer una mala jugada a la hora de la interpretación de los signos, caras y esa cantidad de íconos que reemplazan a la voz y a las emociones ¿o no?

 

Amor en tiempos de Twitter

Amor en twitter

Diana es divorciada y madre de dos lindos niños. Ella conoció a su exnovio a través de Twitter, vieron que tenían amigos en común, conversaban vía “mensajes directos”, hasta que luego se intercambiaron números de Whatsapp y ¡Listo… cupido llegó! El noviazgo no prosperó como ambos hubieran querido, pero duró lo suficiente como para dejar un álbum lleno de historias. 

 

Lo curioso es que Diana sigue aceptando amigos por Twitter, que pueden ser potenciales citas amorosas. Al parecer ella ha decidido dar un voto de confianza a la red social, pues los encuentros en persona ya han sido tímidos o un fracaso. 

 

Y entonces.. ¡Las redes sociales ahora dominan hasta las relaciones! Increíble, pero cierto. Entre tanta gente que hay en el mundo, tantos espacios públicos, redes – físicas, no virtuales- de amigos, gente en común, conocidos, ahora la opción más práctica resulta ser conocer a tu pareja por las redes sociales. Hace 20 años esto era inimaginable. 

 

 

Amor en los tiempos del cólera

 

Florentino Ariza y Fermina Daza se conocieron a través de una carta. Desde la primera vez que él la vio quedó enamorado de ella para siempre. Y desde entonces, la esperó toda la vida. 

 

“Florentino Ariza las veía pasar de ida y regreso cuatro veces al día, y una vez los domingos a la salida de la  misa mayor, y con ver a la niña le bastaba. Poco a poco fue idealizándola, atribuyéndole virtudes improbables, sentimientos imaginarios, y al cabo de dos semanas ya no pensaba más que en ella. Así que decidió mandarle una esquela simple escrita por ambos lados con su preciosa letra de escribano. Pero la tuvo varios días en el bolsillo, pensando cómo 

entregarla, y mientras lo pensaba escribía varios pliegos más antes de acostarse, de modo que la carta original fue convirtiéndose en un diccionario de requiebros, inspirados en los libros que había aprendido de memoria de tanto leerlos en las esperas del parque.” (Amor en tiempos del Cólera. Gabriel García Márquez. Pág. 35)

 

Amor en tiempos de redes sociales… Cómo las cosas han cambiado.

 

 

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