El operativo, a más de 1.000 kilómetros de la frontera, busca frenar la capacidad ofensiva de Moscú
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Drones Ucranianos. ( )
Un ataque con drones ucranianos alcanzó este sábado un centro logístico en la región rusa de Tatarstán, a unos 1 300 kilómetros de la frontera entre ambos países. Según el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), el objetivo albergaba drones kamikaze de tipo Shahed, de origen iraní, listos para ser desplegados, así como piezas de fabricación extranjera.
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El bombardeo, ejecutado por el Centro de Operaciones Especiales “A” del SBU, provocó una explosión y un incendio en el inmueble, ubicado en la localidad de Kzil-Yul. La institución calificó el sitio como un “objetivo militar legítimo” y afirmó que estas operaciones forman parte de una estrategia para desmantelar de forma sistemática la infraestructura bélica rusa y reducir su capacidad para mantener la guerra.
El lugar atacado se encuentra a escasos 30 kilómetros de Yelabuga, una zona clave en la producción y ensamblaje de drones Shahed en Rusia. Este modelo ha sido utilizado de manera recurrente por Moscú para bombardear territorio ucraniano durante la noche, causando daños a infraestructuras y población civil.
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Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso informó que sus fuerzas interceptaron tres drones en la región, mientras que autoridades locales reportaron el hallazgo de fragmentos de estas aeronaves en el distrito de Tukáyev, donde se encuentra el depósito impactado. Moscú no ha confirmado daños significativos en la instalación.
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