El primer ministro israelí dice que el ataque a un hospital en Gaza que dejó más de 20 muertos fue un trágico accidente

Un ataque aéreo del ejército de Israel contra el principal hospital del sur de Gaza dejó al menos 20 personas muertas, informó el Ministerio de Salud local. Entre las víctimas se encuentran cinco periodistas, incluidos dos reporteros independientes que trabajaban para las agencias internacionales Associated Press (AP) y Reuters.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que lo ocurrido fue un “trágico accidente”. A través de un comunicado, Netanyahu aseguró que Israel “valora el trabajo de los periodistas, el personal médico y todos los civiles” y que el ejército ya investiga el incidente. El ejército, por su parte, se desmarcó de la operación en un primer momento, pero luego confirmó que una investigación preliminar ya está en marcha.

Las víctimas del ataque se encontraban en el cuarto piso del Hospital Nasser, el más grande del sur de Gaza, que había resistido incursiones y bombardeos durante la guerra. El asalto fue un ataque de doble impacto: un misil golpeó primero y otro cayó momentos después, justo cuando los equipos de rescate llegaban al lugar para asistir a las víctimas. Este segundo impacto aumentó el número de víctimas de forma drástica.

La colaboradora de AP fallecida fue identificada como Mariam Dagga, de 33 años. La joven periodista, que trabajaba para esa agencia y otros medios desde el inicio de la guerra, había estado informando sobre los médicos del Hospital Nasser que luchan contra la desnutrición en niños. El camarógrafo de Reuters, Hussam al-Masri, murió en el primer ataque. El fotógrafo Hatem Khaled, otro colaborador de esa agencia, resultó herido en el segundo asalto.

Las agencias de noticias mostraron su consternación por lo sucedido. Un portavoz de Reuters declaró: “Estamos buscando urgentemente más información y hemos pedido a las autoridades en Gaza e Israel que nos ayuden a obtener ayuda médica urgente para Hatem”. AP también se pronunció al respecto, afirmando que están haciendo todo lo posible para mantener seguros a sus periodistas que "continúan dando un testimonio crucial en condiciones difíciles y peligrosas”.

Además de los reporteros de AP y Reuters, la cadena de noticias Al-Jazeera confirmó la muerte de uno de sus periodistas, Mohammed Salam. El sindicato de periodistas palestinos identificó a otros dos periodistas fallecidos como Moaz Abu Taha y Ahmad Abu Aziz. En un comunicado, Al-Jazeera condenó el ataque como parte de una “campaña sistemática para silenciar la verdad”.

La comunidad internacional condenó el ataque. La Asociación de la Prensa Extranjera exigió una “explicación inmediata” a Israel y les pidió que “cese de una vez por todas su abominable práctica de atacar a periodistas”. Ravina Shamdasani, portavoz del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, enfatizó que “los periodistas no son un objetivo. Los hospitales no son un objetivo”, y que el mundo debe actuar para exigir justicia.

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El ataque al hospital no fue el único asalto a civiles en la zona. Funcionarios en el norte de Gaza informaron de varias muertes por ataques y disparos en la ruta hacia los sitios de ayuda humanitaria. El Hospital Shifa también informó que tres palestinos, incluido un niño, murieron en un ataque en un vecindario de la ciudad de Gaza, donde Israel se prepara para una invasión terrestre.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que no estaba al tanto del ataque israelí, pero admitió que el suceso lo molestaba. “No estoy feliz por ello. No quiero verlo. Al mismo tiempo, tenemos que poner fin a esa pesadilla”, declaró a los periodistas en la Casa Blanca, mostrando así su incomodidad por la situación.

El conflicto en Medio Oriente es uno de los más letales para los trabajadores de los medios de comunicación. Según el Comité para la Protección de los Periodistas, un total de 192 periodistas han muerto en Gaza durante los últimos 22 meses. En comparación, solo 18 periodistas han fallecido en la guerra entre Rusia y Ucrania. Estas cifras muestran un drástico retroceso en la seguridad de la prensa, algo que los defensores de la libertad de prensa nunca habían visto.

Israel ha restringido a los medios internacionales la entrada a Gaza, lo que provocó que las organizaciones de noticias dependan en gran medida de los periodistas palestinos locales para dar a conocer lo que sucede. Mientras que Israel cuestiona las afiliaciones de estos reporteros y a veces los acusa de pertenecer a grupos militantes, las organizaciones de noticias siguen confiando en ellos para mostrar al mundo la realidad en el campo de batalla. Además, estos periodistas enfrentan las mismas dificultades que el resto de la población, como la escasez de alimentos y agua.

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