Mujeres y niñas no reciben atención médica tras el terremoto en Afganistán

El terremoto que sacudió el este de Afganistán la noche del 31 de agosto de 2025 dejó más de 2 200 muertos y miles de heridos, pero la tragedia se profundiza para las mujeres. Activistas locales denuncian que muchas no pueden recibir ayuda debido a normas culturales y a la prohibición de que médicas voluntarias atiendan a desconocidas.

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La escasez de personal femenino en los centros de salud dificulta la atención de mujeres heridas, incluyendo embarazadas que requieren atención urgente. Brigadas de la Media Luna Roja afgana y médicas voluntarias enfrentan obstáculos para desplazarse a las aldeas, donde los hombres impiden la intervención de mujeres extranjeras o locales.

Las imágenes difundidas por agencias y organizaciones humanitarias muestran casi exclusivamente a hombres, y apenas se observa a mujeres entre los heridos trasladados a hospitales. Activistas explican que esto refleja la dificultad de acceder a víctimas femeninas: "Los hombres no permiten que mujeres o niñas sean vistas por extraños ni reciban ayuda de desconocidos", señala Fatima Rezaei, activista desde Herat.

Las condiciones geográficas y la destrucción de infraestructura agravan la situación. Carreteras bloqueadas y derrumbes impiden el acceso de equipos de rescate, dejando a muchas víctimas atrapadas bajo escombros mientras la esperanza de hallar sobrevivientes disminuye.

Desde la llegada de los talibanes al poder en 2021, las mujeres afganas tienen restringido el acceso a la educación superior y al ejercicio profesional en medicina. Esta política limita gravemente la respuesta a emergencias, dejando a las víctimas femeninas en extrema vulnerabilidad ante desastres naturales.

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Especialistas y profesionales afganas en el exilio advierten que la crisis actual evidencia un retroceso profundo en derechos y oportunidades. "En esta emergencia, muchas mujeres no pueden ser atendidas ni siquiera por falta de médicas disponibles. La situación es crítica y refleja el impacto de las restricciones sobre la vida femenina", señala Zahra Haghparast, odontóloga afincada en Alemania, en una entrevista con un medio internacional.