31 may 2023 , 18:04

La mayoría de los límites que garantizan una vida segura en la Tierra han sido sobrepasados

En 2009, investigadores establecieron límites que los humanos no debían superar para que la Tierra siga siendo acogedora para la civilización. Según un reciente informe, casi todos han sido superados.

La estabilidad del sistema de la Tierra y el bienestar humano están inseparablemente vinculados. Por ello, en 2009, científicos identificaron límites que los humanos no debían pasar para que este planeta siga siendo acogedora para la civilización

Los investigadores fijaron líneas rojas en términos de clima, biodiversidad, agua dulce, y diferentes tipos de contaminación del aire, el suelo o el agua.

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Estos límites estaban categorizadas de dos maneras: seguridad y justicia. Los límites que los científicos califican de "seguros" son los que garantizan unas condiciones estables y resilientes en la Tierra, mientras que los "justos" son los que minimizan la exposición humana a los daños más significativos.

Entre estos perjuicios se incluye la pérdida de vidas, los desplazamientos forzosos, la pérdida de alimentos o de recursos como el agua, la seguridad nutricional o las enfermedades crónicas.

Sin embargo, medio centenar de investigadores pertenecientes a la "Comisión de la Tierra" -una plataforma internacional de científicos que colaboran por un mundo más sostenible- publicaron hoy en la revista Nature un informe que apunta que la mayoría de estos umbrales ya han sido sobrepasados en todo o en amplias zonas del planeta.

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Incumplimiento en varios factores

Imagen de los umbrales. Las líneas rojas muestran los límites «seguros», mientras que las líneas azules muestran los límites «justos».
Imagen de los umbrales. Las líneas rojas muestran los límites «seguros», mientras que las líneas azules muestran los límites «justos». ( )

Por ejemplo, esta investigación, titulada Límites del sistema terrestre seguros y justos, señala que entre el 50 y el 60 por ciento de la naturaleza global debería permanecer intacta (incumplido tanto en seguridad y justicia); que el porcentaje de alteración del caudal del agua superficial no debería superar el 20 por ciento (incumplido); o que el aprovechamiento del agua subterránea no debe ser superior a la capacidad de recarga de los acuíferos (incumplido en los dos tipos de límites).

Con respecto al clima, los especialistas propusieron que un límite de calentamiento de la superficie "seguro y justo" es de 1 °C. Teniendo en cuenta que el planeta ya se ha calentado de media en torno a 1,2 °C, el límite planetario del clima se ha sobrepasado.

Los investigadores advirtieron también que los ciclos de fertilizantes como el nitrógeno o el fósforo superan también los límites que se consideran seguros y justos y que muchas actividades humanas están alterando los flujos naturales del agua.

El umbral de contaminación atmosférica no ha sido superado en todo el planeta, aunque sí en muchas zonas.

Esto ocasiona la liberación de cantidades excesivas de nutrientes en los ríos, lo que plantea serias amenazas para los ecosistemas y para las contribuciones vitales que hacen al bienestar de las personas.

La Tierra tendría tres veces más agua debajo de su corteza terrestre que la que tienen todos los océanos

Noelia Zafra, una de las coautoras del estudio, afirmó que las consecuencias de superar estos límites serán irreversibles, pero también que "lo mas importante ahora es saber que es necesario trabajar, y mucho, para que las consecuencias de superar esos límites sean lo menos negativas posibles".

El trabajo de los investigadores concluyó que el sistema de la Tierra está en peligro y que los objetivos globales se han centrado en el cambio climático y limitar el calentamiento global, pero incide en que todas las evidencias científicas muestran con claridad que es necesario gestionar todos los demás sistemas y procesos biofísicos que determinan la habitabilidad del planeta.

Una transformación segura y justa hacia un planeta manejable requiere una acción colectiva urgente de múltiples actores, especialmente de los gobiernos y las empresas, para actuar dentro de los límites del sistema terrestre para mantener intacto el soporte vital del planeta, concluyeron los investigadores, y alertaron de que la administración de los bienes comunes globales "nunca ha sido más urgente o importante”.

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