Cirujano francés confiesa haber abusado de 299 menores en hospitales y clínicas
Joël Le Scouarnec admite haber cometido “actos odiosos” en un juicio donde enfrenta hasta 20 años de prisión.
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Fotografía del ex cirujano Joël Le Scouarnec, acusado de abuso sexual contra menores.( )
Joël Le Scouarnec, un excirujano de 74 años, se encuentra en el centro de un juicio histórico por uno de los casos más graves de pederastia en Francia. En su comparecencia ante el tribunal de lo Criminal de Morbihan, el acusado confesó haber cometido “actos odiosos” contra 299 personas, en su mayoría niños, durante su carrera profesional. Le Scouarnec, con un rostro serio y distante, reconoció que sus crímenes causaron daños irreparables a sus víctimas, cuyas edades al momento de los hechos oscilaban en su mayoría entre los 8 y 11 años.
Al admitir su culpabilidad, Le Scouarnec mostró cierta solidaridad con el sufrimiento de sus víctimas, aunque no parece haber demostrado un arrepentimiento genuino, a pesar de la magnitud de los actos cometidos. Sus palabras fueron claras: “Asumo la responsabilidad de lo que hice y las consecuencias que eso traerá a lo largo de sus vidas”, sentenció.
Las trágicas consecuencias para las víctimas
El impacto de los abusos cometidos por Le Scouarnec no se limitó a las víctimas directas. Mathis, uno de los afectados, se suicidó a los 24 años al descubrir que había sido víctima del cirujano cuando tenía apenas 10 años. Su padre, visiblemente afectado, pidió que el acusado “pagara por lo que hizo”.
Algunos de los afectados ni siquiera recuerdan lo sucedido debido al estado en el que se encontraban, mientras que otros conservan vagos recuerdos de lo que ocurrió, lo que hace aún más complejo el proceso judicial. Las víctimas, a pesar de las heridas irreparables, están buscando respuestas y justicia para poder reconstruir sus vidas.
Un historial de crímenes y una falta de arrepentimiento real
Este juicio no es el primero al que se enfrenta Joël Le Scouarnec. En 2020, ya había sido condenado a 15 años de prisión por abusos sexuales cometidos contra otros niños, incluidos dos de sus propias sobrinas. Además, en 2005, fue sentenciado por posesión de pornografía infantil. A pesar de estos antecedentes, Le Scouarnec continuó ejerciendo como cirujano y trabajando con menores de edad, a quienes siguió abusando durante años.
El caso salió a la luz en 2017, cuando la policía descubrió en su domicilio miles de documentos relacionados con los abusos, entre ellos, diarios en los que detallaba sus crímenes, muñecas de diversos tamaños y objetos fetichistas. En sus escritos, Le Scouarnec se describía a sí mismo como un sádico, exhibicionista y pedófilo. A lo largo del juicio, se ha destacado la gravedad de sus crímenes, revelando una falta total de remordimiento por sus actos.
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