Un quirófano clandestino en Madrid que realizaba cirugías ilegales fue desmantelado

La Policía Nacional, en conjunto con la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, llevaba semanas investigando un centro estético en Carabanchel tras recibir denuncias por mala praxis en procedimientos quirúrgicos. La clínica, que se anunciaba en redes sociales como un negocio de estética, realizaba ligaduras de trompas, liposucciones y aumentos de pecho sin autorización.

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Los agentes descubrieron que la clínica tenía dos accesos: uno principal, que funcionaba como fachada, y otro conectado a la vivienda de una de las propietarias. En el momento del operativo, había cinco clientas dentro del local y la responsable se negó a abrir la puerta que conducía a la vivienda, lo que obligó a los agentes a solicitar una orden judicial. Al abrir la puerta, encontraron un quirófano clandestino completamente montado.

El inspector jefe de la investigación, Juan José Castro, describió el hallazgo como una "auténtica casa de los horrores". En el quirófano improvisado se encontraron medicamentos almacenados junto a comida congelada, jeringuillas usadas, gasas ensangrentadas y material médico sin esterilizar.

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Las autoridades incautaron documentos que confirman que en el lugar se realizaron cirugías sin autorización, incluyendo ligaduras de trompas, aumento de senos y liposucciones. Uno de los aspectos más alarmantes fue que solo una de las responsables tenía formación en medicina general, pero no contaba con ninguna especialización en cirugía estética ni plástica.

La investigación reveló que al menos dos pacientes tuvieron que ser hospitalizadas de urgencia tras someterse a procedimientos en la clínica, con una de ellas requiriendo varios días de ingreso.

Además, los agentes descubrieron que las responsables del centro ofrecían la devolución del dinero a las víctimas que sufrían complicaciones, a cambio de que no las denunciaran ni a ellas ni a la clínica.

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Tras la inspección, la Policía clausuró el centro y detuvo a cuatro mujeres por los delitos de atentado contra la salud pública, intrusismo laboral y estafa. La investigación sigue abierta y no se descarta que aparezcan más víctimas de este negocio ilegal.