El presidente de EE. UU. busca imponer aranceles recíprocos y presiona a socios comerciales como México y Canadá para cumplir acuerdos sobre migración y drogas
- Fotografía del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.( )
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, adelantó que la próxima semana anunciará una nueva serie de aranceles dirigidos a varios países, como parte de su política de establecer condiciones comerciales recíprocas. En sus declaraciones desde el Despacho Oval, Trump aseguró que la medida busca que Estados Unidos sea tratado “en igualdad de condiciones” en el comercio global.

“No queremos más ni menos. La próxima semana, en conferencia de prensa, lo explicaré de forma simple”, declaró el mandatario durante su reunión con el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba.
Los nuevos aranceles podrían marcar el inicio de una guerra comercial, según advierten analistas, dada la posibilidad de represalias por parte de los países afectados. Desde su llegada a la Casa Blanca el 20 de enero, Trump ha utilizado las amenazas arancelarias como su principal herramienta de negociación y presión diplomática.
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¿Qué pasó con los aranceles a México y Canadá?
Trump ya había fijado aranceles del 25 % sobre México y Canadá, sus principales socios comerciales, aunque decidió posponer su aplicación hasta marzo tras conseguir concesiones clave. México acordó enviar 10 mil miembros de la Guardia Nacional a su frontera norte para contener el tráfico de migrantes y fentanilo, mientras que Canadá nombró a un “zar del fentanilo” y designó a los carteles como organizaciones terroristas.
Estas medidas forman parte del acuerdo que permitió retrasar los gravámenes, pero Trump no ha descartado reactivarlos si considera que los compromisos no se cumplen. “Queremos resultados, no promesas”, advirtió recientemente el mandatario. Los economistas han expresado preocupación, señalando que estos aranceles podrían elevar los precios de productos importados en EE.UU., afectando tanto a consumidores como a empresas.
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Tensiones comerciales con China y Colombia
China, otro de los grandes objetivos de la política arancelaria de Trump, ya enfrenta un arancel adicional del 10 %, impuesto días atrás. El gigante asiático respondió con medidas similares, avivando la tensión entre ambos países. Trump anunció que tiene pendiente una conversación con su homólogo chino, Xi Jinping, para intentar reducir las fricciones.
En paralelo, Colombia también ha sido blanco de amenazas arancelarias. Trump amenazó con imponer gravámenes adicionales a las exportaciones colombianas si su presidente, Gustavo Petro, continúa rechazando la recepción de vuelos de deportación de migrantes colombianos. La disputa se originó cuando Petro desautorizó la llegada de dos vuelos, argumentando que las personas deportadas viajaban en condiciones degradantes.
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A pesar de la presión internacional, Trump defiende su política como un mecanismo efectivo para proteger la economía y la seguridad nacional de Estados Unidos. “Estados Unidos está cansado de ser el país del que todos se aprovechan”, dijo el presidente en una de sus recientes declaraciones. Mientras tanto, economistas y expertos advierten que la escalada arancelaria podría desatar represalias globales y dañar las relaciones comerciales del país.
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