28 mar 2013 , 12:58

El mundo conmemora la muerte de Jesús con diferentes rituales

   
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La fe y las tradiciones se funden en varias partes del mundo para recordar la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. En Filipinas por ejemplo, decenas de fieles conmemoran antiguos y dolorosas penitencias. Los eventos se multiplican también en Europa y medio Oriente.  

La fe y las tradiciones se funden en varias partes del mundo para recordar la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. En Filipinas por ejemplo, decenas de fieles conmemoran antiguos y dolorosas penitencias. Los eventos se multiplican también en Europa y medio Oriente.

 

En España, se celebra la Semana Mayor con gran fervor religioso y enormes procesiones organizadas por diferentes cofradías. Entre las romerías más concurridas están las del Cristo de la Buena Muerte en Málaga y la del Cristo Negro en Cáceres. Miles de fieles se han tomado las calles en largas caminatas que han atraído este año a miles de turistas de diferentes partes del mundo.

 

En el mismo país, miles observan el vía crucis de los "empalaos" en la región Valverde de la Vera. El 'empalao' camina descalzo, sobre sus hombros lleva un timón de arado sujeto por una soga de esparto que le envuelve torso y brazos desnudos. Lleva además una enagua blanca que le cubre de cintura para abajo, de la mitad de sus brazos penden un par de vilortas, con tres aros cada una, y una toga, símbolo del Crucificado. Cubre su rostro un velo blanco que sujeta con una corona de espinas, sobresaliendo por encima de la cabeza dos espadas cruzadas.

En todo momento va acompañado por el Cirineo, que se oculta bajo una manta y le alumbra el paso con un farolillo.

 

El sacrificio de Cristo también se recuerda en Jerusalén, más de 2.000 años después, cientos de feligreses se reunieron en la iglesia del Santo Sepulcro para presenciar el lavatorio de pies que encabezó el patriarca y Arzobispo de la Ciudad Santa.

 

En Colombia, los católicos bogotanos realizan un Vía Crucis por un angosto camino hasta llegar a lso 3.151 metros obre los que se erige el cerro vigía de la capital colombiana. Las personas que suben de rodillas, descalzas o con los ojos cerrados, confían en que el Señor Caído, esculpido en madera por el artista español Pedro de Lugo y Albarracín en el siglo XVII, concede todos sus ruegos y peticiones. 

 

Mientras tanto, en Filipinas, el país con más católicos del continente asiático, devotos encapuchados  se autoflagelan en señal de penitencia por sus pecados. Varios hombres caracterizan a Jesucristo y reciben azotes reales mientras cargan cruces. Mañana, Viernes Santo, diez personas serán crucificadas, aunque sin llegar a la muerte.

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