El Consejo de Seguridad de la ONU convoca para el 9 de agosto una reunión de urgencia sobre Gaza
El secretario general de la ONU, Antonio Guterrez, dijo estar "gravemente alarmado" por la decisión de Israel de tomar el control de la Ciudad de Gaza.
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Edificios destruidos tras bombardeos.( )
El secretario general de la ONU, Antonio Guterrez, dijo estar "gravemente alarmado" por la decisión de Israel de "tomar el control de la Ciudad de Gaza" y alertó sobre lo que supone una "peligrosa escalada" del conflicto de casi dos años en ese territorio palestino.
Al respecto, habrá una reunión "de urgencia", al Consejo de Seguridad de la ONU, el sábado 9 de agosto. Fue solicitada por varios miembros del Consejo, según declaró a AFP un integrante de ese cuerpo, ante la creciente preocupación suscitada por el nuevo plan aprobado por el gabinete de seguridad del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
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"El secretario general está gravemente alarmado por la decisión del gobierno de Israel de tomar el control de la Ciudad de Gaza", advirtió Stephanie Tremblay, portavoz de Guterres, en un comunicado. Agregó que esta decisión marca una peligrosa escalada y "corre el riesgo de profundizar las ya catastróficas consecuencias para millones de palestinos, y podría poner en peligro más vidas, incluyendo a los rehenes (israelíes) restantes".
Esto, debido a la posibilidad de una invasión total por parte de Israel, que busca erradicar a Hamás y establecer un control más directo sobre Gaza.
El reciente plan aprobado por el gabinete de seguridad israelí, impulsado por el primer ministro Benjamín Netanyahu, contempla una ocupación prolongada de zonas clave, incluyendo la Ciudad de Gaza. Este anuncio ha generado preocupación tanto dentro como fuera del país, ya que podría intensificar aún más el conflicto y prolongar el sufrimiento de la población civil.
Gaza, el antes y después
La guerra en la Franja de Gaza comenzó el 7 de octubre de 2023, tras una escalada de tensiones provocada por décadas de conflictos no resueltos entre Israel y Palestina.
Aquel día, el grupo islamista Hamás lanzó un ataque sorpresa contra territorio israelí, marcando el inicio de una de las etapas más sangrientas y devastadoras del conflicto en la región. Desde entonces, la respuesta militar de Israel ha sido implacable, con bombardeos diarios, operaciones terrestres y un bloqueo casi total sobre el territorio gazatí.
El saldo humano suma más de mil israelíes que han perdido la vida, en su mayoría durante los ataques iniciales, mientras que las cifras de víctimas palestinas han superado las decenas de miles, incluyendo una gran proporción de mujeres y niños. La infraestructura básica en Gaza ha sido destruida casi por completo, hospitales, escuelas, viviendas y centros comunitarios han quedado reducidos a escombros.
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La comunidad internacional ha expresado preocupación por lo que muchos han calificado como crímenes de guerra, e incluso genocidio, debido al nivel de destrucción y a las condiciones extremas de vida que enfrenta la población civil.
El paisaje en Gaza ha cambiado de manera dramática. Donde antes había grandes bloques residenciales, calles asfaltadas, mercados concurridos y tráfico cotidiano, ahora solo quedan ruinas. Los bombardeos han dejado un escenario desolado, cubierto de polvo, concreto roto y estructuras colapsadas. La escena parece sacada de una película postapocalíptica, pero es una realidad diaria para los más de dos millones de habitantes que aún permanecen en el enclave.
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Montañas de escombros, mezcladas con restos de muebles, vehículos y pertenencias personales, forman parte del nuevo panorama urbano. Zonas que solían ser puntos de encuentro y actividad han quedado completamente deshabitadas. Los servicios básicos, como el agua potable, la electricidad y el acceso a alimentos, son prácticamente inexistentes en muchas áreas. La hambruna se ha vuelto una amenaza constante, agravada por el bloqueo y la destrucción de rutas de suministro.
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