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La enfermedad afecta a una de cada 20 mujeres y una de cada 70 morirá por su causa según la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC).
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Fotografía de archivo de una prueba radiológica de mama. EFE/Chema Moya( )
El cáncer de mama se ha convertido en una de las principales causas de muerte entre mujeres en todo el mundo. Según la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC), una de cada 20 mujeres padecerá esta enfermedad a lo largo de su vida y una de cada 70 morirá por su causa.
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En 2022 se registraron 2,3 millones de nuevos diagnósticos y 670 000 fallecimientos, pero las proyecciones indican que, para 2050, los casos aumentarán un 38 %, superando los 3,2 millones anuales, y las muertes podrían superar el millón, un incremento del 68 %.
Un problema en aumento
Los datos muestran una gran diferencia en la incidencia del cáncer de mama según la región: Australia y Nueva Zelanda lideran con 100 casos por cada 100 000 mujeres, seguidos por Norteamérica y Europa.
Por su parte África central y oriental, junto con el sudeste asiático, tienen la tasa más baja, con 27 casos por cada 100 000 mujeres. Mientras que en los países más desarrollados, solo 17 de cada 100 mujeres diagnosticadas fallecen. Sin embargo, en países de menor desarrollo, esta cifra asciende a 56 muertes por cada 100 casos.
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La mortalidad también varía por edad y nivel de desarrollo: en África, el 41 % de las mujeres menores de 50 años con cáncer de mama fallecen, mientras que en Europa la tasa es del 8 %.
La clave: prevención y detección temprana
Las diferencias en las tasas de supervivencia reflejan la importancia de un acceso equitativo a la atención médica y tratamientos efectivos.
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Organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) subrayan que las estrategias para reducir la mortalidad incluyen el fortalecimiento de la atención primaria, campañas de concienciación y acceso a programas de detección temprana.
"Cada minuto, cuatro mujeres son diagnosticadas con cáncer de mama y una de ellas muere. Las cifras seguirán aumentando si no se toman medidas", alerta Joanne Kim, científica responsable del informe.
La prevención y el acceso a tratamientos oportunos son clave para frenar esta alarmante tendencia y evitar que el cáncer de mama se convierta en una crisis global de salud.
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