Canadá alerta sobre una posible guerra comercial con EE. UU. por los aranceles de Trump

La ministra de Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, expresó este viernes 17 de enero en Washington, Estados Unidos su preocupación por los aranceles propuestos por Donald Trump, los cuales, asegura, podrían desencadenar la mayor guerra comercial entre ambos países en décadas.

Según Joly, las tarifas no solo afectarían gravemente a la economía canadiense, sino que también tendrían consecuencias devastadoras para los consumidores estadounidenses.

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En una rueda de prensa con medios canadienses, Joly señaló que los líderes republicanos en Washington, incluidos Lindsey Graham y Jim Risch, así como algunos miembros del equipo de transición de Trump, no estaban completamente informados del impacto que estas tarifas tendrían en ambos lados de la frontera.

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"La gente en Washington está sorprendida cuando les muestro los datos. No solo están sorprendidos, están preocupados", enfatizó la ministra, al subrayar que las tarifas propuestas perjudicarían tanto a Canadá como a millones de estadounidenses.

Mientras Joly trabaja en Washington para evitar la implementación de los aranceles, el Gobierno canadiense ha comenzado a diseñar una estrategia de respuesta coordinada. Este viernes, el recién creado Consejo de Relaciones entre Canadá y Estados Unidos, que incluye líderes empresariales, sindicales y políticos, celebró su primera reunión en Toronto para abordar el desafío que representa la nueva administración de Trump.

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El primer ministro Justin Trudeau destacó que Canadá está preparada para enfrentar los desafíos que surgirán. "Los aranceles propuestos dañarán a los canadienses, pero también a millones de estadounidenses", afirmó, subrayando la necesidad de tomar medidas preventivas para proteger la economía de ambos países.

El contexto de la transición presidencial en EE. UU., con la inminente salida de Joe Biden y la entrada de Trump, ha generado un clima de desorganización en Washington, según Joly. Este factor ha complicado las negociaciones y añade incertidumbre sobre el futuro de las relaciones bilaterales.

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La postura de Canadá es clara: buscará evitar la imposición de aranceles, pero también está preparada para responder con firmeza si se concretan. Según Trudeau, su Gobierno seguirá explorando todos los caminos para proteger los intereses canadienses y minimizar los daños a la economía nacional.