Atentado contra Cristina Fernández de Kirchner divide aún más a la Argentina

La noche del 1 de septiembre de 2022, el mundo conoció la noticia de un intento de magnicidio contra la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner.

En medio de una multitud que le esperaba fuera de su domicilio, un hombre apuntó con una arma directo a la cara de quien también fue presidenta de ese país. Pocos minutos después se conoció que el responsable de ese atentado fue detenido, y más tarde las autoridades confirmaron que se trataba de Fernando André Sabag Montiel.

Lo cierto es que el fiscal Diego Luciani pidió 12 años de prisión contra Cristina Fernández, el pasado 22 de agosto, por presuntos delitos de corrupción en la adjudicación de obra pública durante su periodo como presidenta, entre 2007 y 2015; también solicitó su inhabilitación para desempeñar cargos públicos.

Desde ese día, decenas de manifestantes permanecían en los exteriores de su vivienda, ubicada en el barrio Recoleta, en Buenos Aires, en señal de respaldo; mientras, desde la oposición, le señalaban por los actos de corrupción de los que se le acusa.

Habían cinco balas en el arma que utilizaron para el atentado, según confirmó el presidente Alberto Fernández, en una cadena nacional transmitida durante la noche del 1 de septiembre. El Primer Mandatario dijo que no conocen la razón técnica por la que no se disparó el arma. Horas después se conoció que se trataba de un revólver Bersa, calibre 32 automático.

Lea: Disturbios entre manifestantes y policía frente a vivienda de Cristina Fernández

La jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal, Carlos Rívolo, están a cargo de la investigación, Fernando Andre Sabag Montiel pidió un defensor oficial y se negó a declarar a 24 horas de lo sucedido.

La magistrada titular del Juzgado Criminal y Correccional Federal 5 había acudido a la vivienda de Cristina Fernández en torno a las 11:00, hora local, y permaneció en su interior aproximadamente una hora, luego de haber inspeccionado la zona en las primeras horas de la mañana.

El detenido 35 años, que no cuenta con antecedentes penales en su país de origen, pero que se conoce que habría sido detenido por portar armas blancas, supuestamente pertenecía a grupos de odio.

Se sabe también que vestía una gorra negra y un cubrebocas, le tomaron por la camisa en medio de la multitud, al identificar que fue el hombre que sacó el arma.

La oposición y el peronismo siempre han estado divididos, es parte de su misma naturaleza, como indica el politólogo ecuatoriano, Fabián Cazares, que reside en Buenos Aires desde hace dos años. Sin embargo, los enfrentamientos trascienden lo político e incluso llegan a niveles de violencia como el vivido el jueves.

Incluso al interior del gobierno argentino, las disputas han escalado de nivel, sobre todo alrededor de las decisiones económicas que impone el Fondo Monetario Internacional (FMI) como una condición para el desembolso de los créditos.

En marzo de 2022, Argentina firmó un acuerdo con el FMI, impulsado por Alberto Fernández, presidente de ese país, y observado por el kirchnerismo. Criticaron que el actual Presidente no haya logrado una política para detener la inflación y mejorar el poder adquisitivo de los ciudadanos.

Para Cazares la pelea entre las autoridades más importantes del país no es más que una pugna del poder, bajo su criterio podría remediarse luego del ataque, pues Alberto Fernández declaró feriado nacional para que la protesta masiva tenga mayor convocatoria.

Lea: Hubo cinco balas en la pistola que se usó para el ataque a Cristina Fernández

Sin embargo, la oposición y el oficialismo agrandan sus brechas. En la masiva movilización participaron cientos de personas con pancartas y consignas en solidaridad a CFK. Mientras, a la par, en redes sociales surgen teorías de ambos bandos.

El peronismo señala a la prensa de provocar un discurso de odio hacia la Vicepresidenta. La Asociación de Entidades Periodísticas Argentina (Adepa) alertó de pronunciamientos de diferentes actores políticos insinuando que los medios de comunicación impulsaron el atentado.

Adepa reiteró el "enérgico repudio" emitido tras el atentado contra la vicepresidenta y la exigencia de una "efectiva y diligente investigación policial y judicial que permita el esclarecimiento total y definitivo de lo ocurrido" en tanto condenó cualquier tipo de violencia que ensombrezca el ideal de convivencia política y diálogo ciudadano en Argentina.