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El Ministerio de Salud de la Nación reporta tres casos de la nueva cepa XFG, clasificada de bajo riesgo, pero con una particularidad en sus síntomas: provoca ronquera y afonía.
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Coronavirus bajo microscopio( )
En Argentina se detectó la presencia de la nueva subvariante de Ómicron, denominada XFG y conocida popularmente como Frankenstein, en la provincia de Córdoba. Los tres casos forman parte de los ocho nuevos positivos de SARS-CoV-2 reportados en el país durante la última semana epidemiológica.
La variante, que debe su apodo a su naturaleza híbrida por ser una recombinación de dos subvariantes de Ómicron (LF.7 y LP.8.1.2), ha sido clasificada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las autoridades nacionales como una variante bajo monitoreo y de bajo riesgo para la salud pública. Los informes indican que no se espera un aumento en la gravedad de los cuadros clínicos.
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Síntomas distintivos
Aunque los síntomas de XFG son similares a los de otras variantes del COVID-19 (fiebre, dolor de garganta, tos seca y malestar general), presenta rasgos clínicos diferentes como son la ronquera y la afonía, que en algunos casos puede llevar a la pérdida total de la voz. Este síntoma distintivo ayuda a diferenciar la infección.
La principal preocupación de los expertos radica en la alta capacidad de propagación de esta cepa. Aunque los casos de XFG son minoritarios en Argentina, su proporción aumentó notablemente en las últimas semanas, un fenómeno similar al observado en países de Europa y Brasil, donde la variante ya ha alcanzado un alto porcentaje de circulación.
A pesar de la aparición de esta nueva subvariante, los especialistas insisten en la importancia de la vacunación. El infectólogo Ricardo Teijeiro explicó que las personas que han sido vacunadas o ya tuvieron contacto con el virus cuentan con cierta protección, lo que reduce el riesgo de desarrollar un cuadro grave.
El Ministerio de Salud de Argentina recordó la necesidad de respetar los calendarios de vacunación, especialmente para las personas de riesgo (mayores de 50 y embarazadas) quienes deben aplicarse una dosis de refuerzo cada seis meses. Para el resto de la población, se recomienda un refuerzo anual, destacando que las vacunas actuales, basadas en la variante JN.1, son altamente protectoras contra las cepas circulantes.
Esto fue duramente criticado en Argentina, en donde la mayoría de comentarios hacia la vacunación regular son mayoritariamente negativos incluyendo insultos en las redes sociales.
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