09 may 2022 , 12:00

Seis organizaciones narcodelictivas operan en Esmeraldas

En lo que va de este año, 156 personas han sido asesinadas en la provincia

Esmeraldas es una de las tres provincias de Ecuador donde, desde el pasado 29 de abril de 2022, rige el estado de excepción. Una medida impuesta por el Gobierno para frenar el narcotráfico, el sicariato y la delincuencia.

En lo que va de este año, 156 personas han sido asesinadas en la provincia, un aumento brutal, pues supera el total de las muertes registradas en todo 2021, cuando fueron 149.

Pese a la medida, Javier Buitrón, comandante de la Policía de Esmeraldas, reconoce que la violencia persiste y que responde a diferentes factores, sobre todo a la disputa de territorio por parte de seis organizaciones criminales.

¿Por qué Esmeraldas?

Antes de entender cuáles son las bandas que operan en el territorio es necesario saber por qué están allí. La provincia de Esmeraldas, ubicada al noroeste del país, cumple un rol clave en la entrada de la droga a Ecuador.

"Estamos en línea de frontera, la droga nos ingresa por el norte al igual que las armas (...) Llegan desde el cantón San Lorenzo y pasan a lo largo de las diferentes carreteras hasta el interior del país a las provincias de Manabí y Guayas, principalmente", explica Javier Buitrón, comandante de la Policía de Esmeraldas.

A ello se suma, la sobreproducción de droga que existe en Colombia. Mario Pazmiño, exdirector de inteligencia militar y analista en seguridad, asegura que "por la frontera entra el 77,5% de toda la producción de cocaína de ese país". De hecho, en lo que va de 2022 ya se ha incautado más de una tonelada de droga en la provincia de Esmeraldas.

Seis megabandas y microcarteles se disputan el territorio: Tiguerones, Gánster, Grupo Cóndor, Choneros, Águilas y Patones.
Seis megabandas y microcarteles se disputan el territorio: Tiguerones, Gánster, Grupo Cóndor, Choneros, Águilas y Patones. ( )

Seis organizaciones se disputan el territorio

El pasado 17 de abril de 2022 siete miembros de una misma familia, incluido un niño de un año y medio, fueron asesinados en el barrio Monte Sinaí, en Esmeraldas. Según la Policía, el crimen estuvo relacionado a la pugna de territorio.

De hecho, en un video, supuestos integrantes de Los Tiguerones se deslindaron del asesinato y culparon a Los Choneros por el derrame de sangre.

Ambas son parte de las seis organizaciones que se disputan la provincia, asegura Pazmiño. Por un lado, se encuentran los microcarteles como Los Choneros que cuenta con el respaldado del cartel de Sinaloa y por el otro, Los Tiguerones que tiene el apoyo del cartel Jalisco Nueva Generación. En territorio también operan Los Águilas y Los Gánsters aliados de Los Choneros.

Los Tiguerones y Los Choneros ya son considerados microcarteles, según Pazmiño.
Los Tiguerones y Los Choneros ya son considerados microcarteles, según Pazmiño. ( )

Pero hay otras bandas en la provincia como el Grupo Cóndor que es de origen colombiano y Los Patones que son originarios de Esmeraldas y no dependen enteramente del narcotráfico, dice Pazmiño, pues manejan la actividad delictiva de Esmeraldas.

Otros actores asentados en la frontera norte son parte de las fuerzas guerrilleras dedicadas al narcotráfico en Colombia como: Oliver Sinisterra, la Segunda Marquetalia, las Guerrillas Unidas del Pacífico, y el Ejército Liberación Nacional. "Este tipo de estructuras no son estables son fluctuantes y realizan un sinnúmero de recorridos entre Ecuador y Colombia", describe Pazmiño.

Aunque ​​​​​​Buitrón no quiso mencionar cuáles son las organizaciones activas en la provincia, en principio reveló que las seis suman un ejército aproximado de 20 mil delincuentes "fuertemente armados", sin embargo, horas después de la publicación de este reportaje Buitrón cambió la cifra a 2.000 delincuentes "dedicados exclusivamente al tráfico de drogas, al tráfico de combustibles y el tráfico de armas". De hecho, en un año y cuatro meses la Policía de Esmeraldas ha incautado 820 armas de fuego.

El blanco de las fronteras

Ambos entrevistados concuerdan en que el trabajo debe estar focalizado en las fronteras. "Esmeraldas es el epicentro de la violencia criminal (...) La situación propia que nos encontramos en línea de frontera, tenemos aproximadamente 73 a 76 kilómetros en la línea fronteriza, tenemos un mar territorial muchas veces por ahí entra la droga", expone Buitrón.

Ante ello, Pazmiño aconseja que el Estado debe reactivar la fuerza de tarea conjunta de Esmeraldas para evitar el paso de alcaloides "eso es prioritario para cortar el suministro a las estructuras delictivas con drogas".

Además, de la militarización temporal de puertos y aeropuertos para recuperar el control de la provincia, donde las muertes violentas ya superan el total del año anterior.

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