06 may 2022 , 07:12

Más de 100 toneladas de droga quedan aún por destruir en Ecuador

Hasta mayo de 2022 se han quemado 54 toneladas de alcaloide

La quema de droga en Ecuador no avanza a la misma velocidad de la incautación. Es que los datos exponen que existe un aumento en la confiscación de la droga en el país. En lo que va del año la Policía Antinarcóticos ha incautado 87 toneladas de droga, superando al mismo periodo durante 2021 cuando fueron 50 toneladas.

Pero, ¿cuánta droga está almacenada sin ser destruida en el país? Giovanni Ponce, jefe de Antinarcóticos de la Policía Nacional, en una entrevista con Ecuavisa.com reveló que son 120 toneladas de alcaloide que aún están represadas en bodegas. Mientras que en lo que va del año han sido destruidas 54 toneladas.

¿Qué pasa con los procesos? y ¿cuáles son las trabas?

En lo que va del año la Policía ha incautado 87 toneladas de droga.
En lo que va del año la Policía ha incautado 87 toneladas de droga. ( )

¿Cuál es el proceso para destruir la droga?

Las 120 toneladas que aún reposa en las bodegas representa aproximadamente a cinco trailers de droga. Pero ¿cómo se destruye? Una vez que la Policía aprende las sustancias sujetas a fiscalización, esta es trasladada en cadena de custodia a los centros de acopio. En Ecuador hasta 2021 había ocho bodegas para almacenar la droga.

La droga permanece en la bodega hasta que el Juez ordene la destrucción que debe ser en un plazo de 15 días. ¿Se cumplen los tiempos?

Las trabas

Sobre las trabas y los tiempos en la destrucción de la droga, la Policía apunta a la función judicial, donde existe "un nudo crítico, no tienen la agilidad que nosotros desearíamos", expone Giovanni Ponce, jefe de Antinarcóticos de la Policía Nacional.

Es que en este proceso, recalca Ponce, "el factor fundamental para destruir la droga es la orden judicial".

Sin embargo, para Fabiola Gallardo, presidenta de la Corte Provincial de Guayas, el nudo está en la logística, destaca que en Guayaquil no existe un horno para la destrucción de la droga, “lo que conlleva a que el juez tenga que trasladarse hasta Quito, el único lugar en donde existe el horno para la incineración".

Además, Gallardo destaca, que actualmente no existe un presupuesto para los viáticos "los gastos del traslado corren por cuenta del juez y no solo eso, el peligro que corre el juez con el traslado de la droga desde Guayaquil, lo que puede ocasionar incluso un atentado”.

Por su parte, Edmundo Mera, subsecretario de Sustancias Sujetas a Fiscalización del Ministerio del Interior, asegura que en el país se quema droga todos los días, pero el nudo en el proceso se da cuando son grandes cantidades y sobrepasan las dos toneladas.

Por ejemplo, el horno ubicado en Quito tiene la capacidad de destruir 70 kilos por hora, es decir, si trabaja 10 horas al día destruye 700 kilos, menos de una tonelada.

"Imagínese un juez de Guayaquil para quemar cinco toneladas tendría que estar mínimo cuatro días", señala. Ante ello, Mera explica que han optado por implementar otro método que es el "encapsulamiento de la droga", el cual consiste en separar el alcaloide del paquete, triturarlo y mezclarlo con otras sustancias como: cemento, arena, agua y ceniza. "Es seis veces más rápido que la incineración", precisa.

Por su parte, Ponce señala que actualmente se trabaja en equipo para solventar los inconvenientes. En ese sentido, durante este año se han conseguido recursos para agilizar el proceso, "hemos conseguido a través de una gestión realizada por la dirección una asignación de 70 mil dólares para poder hacer esta destrucción".

Con ello, se prevé tener la capacidad de destruir aproximadamente 100 toneladas de droga.

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