¿Por qué las encuestas de las últimas elecciones no se acercan a los resultados reales?
Las encuestas son herramientas metodológicas para medir la opinión pública.
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Fotografía referencial de la papeleta.( )
Las encuestas en contextos electorales se realizan para medir la opinión pública y anticipar los números de los candidatos, partiendo de una muestra cuidadosamente seleccionada, de tal manera que se pueda garantizar un acercamiento a los resultados reales que se desprendan de las votaciones.
Sin embargo, en los últimos comicios, las empresas encuestadoras han distado ampliamente de los resultados finales. De acuerdo con expertos, consultados por Ecuavisa.com, influye en esa brecha la inexperiencia de ciertas firmas, la inseguridad para el desplazamiento de los entrevistadores, la incertidumbre entre los electores; así como el financiamiento de las investigaciones por parte de grupos políticos.
Los resultados de las encuestas desde 2017 han distado de los reales
En 2017, en segunda vuelta, las encuestadoras le dieron el triunfo a Guillermo Lasso, frente a Lenín Moreno, incluso bajo la modalidad de exit pollo o a boca de urna, que tienen mayor precisión. Esa diferencia, entre los resultados del Consejo Nacional Electoral y los informes de las encuestas, sustentó las quejas de un posible fraude electoral.
En 2021, en segunda vuelta, las últimas encuestas que se publicaron daban el triunfo a Andrés Arauz, solo una de cuatro le apostó a Lasso, en la última fecha de publicación permitida, antes de que entre en vigencia el periodo de prohibición, establecido en el Código de la Democracia. Finalmente, Lasso se posicionó como ganador.
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En 2023, nadie pudo predecir el crecimiento abrumador de Daniel Noboa en la primera vuelta electoral, lo que le llevó a participar en el segundo balotaje contra Luisa González.
Y ese mismo año, cuando Guillermo Lasso convocó a consulta popular, las encuestas daban una amplia ventaja al Sí, pero el No se impuso en todas las preguntas.
Los sondeos se hacen bajo pedido de los políticos
Es común ver en redes sociales encuestas que dan ventaja a ciertos candidatos y que circulan sin fuente que los avale. El objetivo de esos documentos es influir en la opinión pública para favorecer o perjudicar a los políticos que participan en la contienda, bajo la premisa del voto válido.
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Cristian Carpio, analista político, dice que hay personas que optan por aquellos que están entre los primeros lugares de los sondeos para optar por una opción con posibilidad de triunfo.
Cada proceso electoral, el CNE acredita a personas naturales y jurídicas que pueden difundir sondeos de opinión sobre las elecciones. En esta ocasión son 12 autorizadas. Por fuera de esas organizaciones, cualquier información que circule es ilegal porque en la ley consta que está prohibido difundir encuestas o pronósticos de quienes no estén inscritos previamente.
Por otro lado, está el problema del financiamiento de los estudios que realizan esas empresas, porque en muchas ocasiones, presentan la información por pedido de los mismos candidatos, existiendo un conflicto de intereses a la hora de publicación de los datos.
Ruth Hidalgo, directora ejecutiva de Corporación Participación Ciudadana, asegura que en esos casos, la encuestadora "juega un rol que no le corresponde", e incluso indica que trabajan bajo un sesgo que les impide transparentar la información.
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La experta recuerda que en primera vuelta hubo 16 candidatos y la mayoría tenía una encuesta que los ponían entre los primeros lugares, cuando no llegaron ni al 1 %. Por eso, cree que no se trata de la metodología que aplican, porque, en su mayoría, sí tienen capacidad de seleccionar una muestra expedita.
Según Polibio Córdova, presidente ejecutivo de Cedatos, hay encuestadoras que no tienen la preparación ni el conocimiento técnico para aplicar una encuesta. Dice que una encuesta confiable debe tener una adecuada selección de la muestra, con base en criterios socioeconómicos, de sexo y edad, a escala nacional, para garantizar que sea un reflejo del país.
Cuenta que, en su empresa, los trabajadores son asignados a los lugares de entrevista desde un sistema aleatorio y que las respuestas se llenan en un dispositivo electrónico, de tal manera que los resultados se reflejan inmediatamente, sin intermediación.
Además de las influencias políticas, ¿por qué podrían fallar las encuestas?
El voto vergüenza también puede afectar el resultado de una encuesta, porque hay ciudadanos que temen decir por quién van a votar. Ruth Hidalgo explica que en casos como el actual, donde hay dos candidatos tan polarizados, los ciudadanos ocultan por quién van a votar o deciden al momento de estar en la urna.
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Polibio Córdova explica que para mermar estos casos, ahora se utilizan papeletas similares a las originales para que las personas puedan escoger a su candidato sin que el entrevistador conozca su elección.
Sin embargo, otro factor que puede perjudicar los resultados, según Cristian Carpio, es que los sondeos son una fotografía del momento, por lo que los resultados pueden distar de una semana a otra. "El electorado es muy volátil, entonces pueden cambiar su opinión cerca de las elecciones".
Córdova añade otro problema que dificulta la tarea de las encuestadoras, la inseguridad. Cuenta que Cedatos no realizará exit poll, aunque cuenta con los permisos para hacerlo, la principal razón es que no hay las garantías para el desplazamiento de sus colaboradores.
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