El Gobierno plantea un nuevo modelo del sector eléctrico, orientado a la participación privada

El Ministerio de Energía y Minas presentó el Plan de Inversiones de los Sectores Eléctrico y Minero para proyectos hidroeléctricos, eólico, fotovoltaicos y geotérmicos, con el objetivo de integrar 1 470,60 megavatios (MW) al sistema nacional. La proyección es hasta 2030 y el objetivo es que el financiamiento sea privado.

En materia eléctrica, la propuesta nace como una respuesta a la compleja crisis energética entre septiembre y diciembre de 2024 que vivió Ecuador, con cortes de luz de hasta 24 horas en zonas industriales y 14 en lugares residenciales. La principal razón fue el severo estiaje en las provincias donde se encuentran las hidroeléctricas más importantes del país, así como la dependencia a ese tipo de energía y una diferencia considerable entre la capacidad de generación y la demanda.

El plan se presentó ante 250 empresarios, inversionistas y diplomáticos, el pasado 21 de febrero de 2025.

¿Ecuador está en capacidad de atraer esas inversiones y proyectarse hasta 2030?

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Según la economista María Hidalgo, el principal reto que tiene el Gobierno para atraer inversiones en materia energética es generar confianza de que desde el lado público se ha hecho los esfuerzos necesarios para evitar futuros apagones.

Por eso, el Gobierno presenta el plan con un resumen de la inversión en generación y alquiler de energía emergente, alcanzando los 341 megavatios para Celec EP y 234 para Elecaustro. También incorporó energía de Toachi Pilatón

También está la inseguridad política del país, por las elecciones que se definirán en segunda vuelta electoral, el próximo 13 de abril de 2025. Así como la necesidad de configurar un marco normativo, legal e institucional que aseguren el fortalecimiento de las alianzas.

La intervención del sector privado será en toda la cadena de producción, pero principalmente en la generación y el autoabastecimiento, como un alivio para atender la demanda de los ciudadanos.

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También podrán intervenir en la transmisión, servicios complementarios, distribución y comercialización, así como propuestas de alumbrado público.

Según el Gobierno, durante 10 años Ecuador no ejecutó un plan para impulsar otros tipos de energía, por fuera de la hídrica, sin embargo hay un amplio catálogo de proyectos hidroeléctricos nueve en diseños definitivos, tres con estudios de factibilidad, 12 con estudios de prefactibilidad y 10 en estudios iniciales.

En cuanto a proyectos fotovoltaicos, hay nueve que representan 912 MW de generación. El más importante es La Ceiba, con un costo estimado de USD 170 millones.

Hay estudios iniciales para dos propuestas solares, uno eólico y dos en geotermia.

Las prioridades al mediano plazo son dos centrales hidroeléctricas, un parque eólico, ocho plantas solares y un proyecto geotérmico, con una capacidad total de 1 470 60 megavatios (MW) y once proyectos de transmisión eléctrica, con una inversión estimada de USD 2 429 millones.

También hay dos megaproyectos hidroeléctricos, Cardenillo y Santiago, que bajo alianzas público-privadas, suman 2 995 60 MW al sistema eléctrico nacional y requieren USD 4 111 millones en inversión.

Hasta 2030, el gobierno de Ecuador plantea incluir la energía nuclear en la producción nacional.

La primera etapa ya se concretó, que incluye un informe ejecutivo en el que se especifica la rectoría, el control y la operación. Luego, hasta mayo de 2025 está prevista la asesoría del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) para una evaluación de la situación actual y asistencia para el plan nuclear.

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A la par, se realizará la evaluación y se preparará un acuerdo ministerial para estructurar el Ministerio, así como un decreto ejecutivo que permita crear una Agencia de Regulación y Control de Energía Nuclear.

La propuesta es que hasta diciembre de 2026 se ejecute el proceso de selección para la primera central nuclear en una etapa de implementación hasta junio de 2026. La puesta en servicio sería a finales de 2029.