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“Me quitaron media vida”: Silvana Ibarra revela presunta negligencia durante su lucha contra el cáncer
La intérprete relató que una presunta negligencia médica le dejó secuelas irreversibles y la obligó a alejarse de los escenarios.
“Me quitaron media vida” es una de las declaraciones más contundentes que hizo la cantante ecuatoriana Silvana Ibarra en exclusiva para Los Hackers del Espectáculo de Ecuavisa.
A sus 66 años, la artista —reconocida por su extensa trayectoria en la televisión, el teatro y la música nacional— reveló haber sido víctima de una negligencia médica que la dejó con graves secuelas físicas y la obligó a alejarse del trabajo. Aquí, te contamos más.
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Con la voz entrecortada y visible tristeza, reveló que fue sometida a un tratamiento inadecuado de radioterapia que, en lugar de mejorar su condición, la habría dejado con secuelas irreversibles "intenté hablar de urgencia con la oncóloga que me atendía, pero me aplazó la cita. Luego envió a decirme que le dejara mi número y que ella me llamaría. La busqué muchas veces, pero nunca me atendió”.
La artista explicó que la oncóloga responsable nunca la atendió directamente ni dio seguimiento a su caso, a pesar de los intentos de Ibarra por contactarla, y que posteriormente, la confrontó negando haberla enviado a radioterapia:
“La doctora dijo delante mío: ‘Me están echando la culpa de que yo la envié a radioterapia y yo no la envié’. Entonces, ¿quién lo autorizó?”, cuestionó con indignación.
El deterioro físico derivado de esas sesiones la ha mantenido alejada de los escenarios, y posterior a la cirugía a la que se sometió, "con el cuello destrozado por dentro". Entre lágrimas, Silvana pronunció una frase que resume el impacto emocional y profesional del proceso:
“Me quitaron media vida porque no trabajo, no puedo cantar, no puedo hacer nada.”
En declaraciones pasadas a los Hackers, Silvana reveló que su cuello permanece rígido, el dolor es constante y, según contó, apenas logra descansar por las noches con medicación. Pese al sufrimiento, Ibarra conserva una fe firme y una actitud de resistencia, negándose a postrarse en una cama:
“No quiero postrarme, porque eso es sufrimiento para la familia. Le pido a Dios que me recoja antes de eso”, confesó
Hoy, mientras busca justicia y un nuevo equilibrio personal, la artista desea que su caso sirva de alerta sobre la falta de control en tratamientos oncológicos y la necesidad de acompañamiento médico integral.
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