El cantante mexicano hizo vibrar a su público en la explanada de El Dorado, donde ondeó una bandera de Emelec en medio de su interpretación de “Azul”, desatando la locura de los hinchas eléctricos.
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Christian Castro en el concierto de Guayaquil.( )
El cantante mexicano Cristian Castro conquistó anoche, sábado 18 de octubre de 2025, al público guayaquileño con un concierto lleno de emoción, nostalgia y talento en la explanada de El Dorado. Con un repertorio que recorrió sus mayores éxitos y una conexión cercana con sus fanáticos, el intérprete ofreció una presentación que se volvió tema de conversación en redes sociales. Sin embargo, la organización del evento generó molestias entre los asistentes debido a demoras en el ingreso y desorden en las localidades.
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Las puertas, que debían abrirse a las 17:00, permanecieron cerradas hasta pasadas las 19:00, lo que ocasionó largas filas y reclamos del público. Solo una entrada estaba habilitada para todas las localidades, y dentro del recinto muchas sillas continuaban apiladas o cubiertas de polvo. Incluso, durante el concierto, el propio Cristian Castro criticó la disposición del público, calificándola de “despropósito” porque lo mantenía alejado de sus fanáticos.
Uno de los instantes más virales de la noche ocurrió cuando Castro tomó una bandera de Emelec que un fanático le lanzó mientras interpretaba su emblemático tema Azul. El artista, sonriente, la ondeó con entusiasmo frente al público, despertando una ovación ensordecedora. El gesto fue celebrado por los hinchas eléctricos en redes sociales, donde el video se difundió rápidamente, consolidando aún más el cariño del público guayaquileño hacia el cantante mexicano.
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Pese a los problemas logísticos, el concierto de Cristian Castro reafirmó su vigencia y carisma sobre el escenario. Con más de tres décadas de trayectoria y más de diez millones de discos vendidos, el artista demostró por qué sigue siendo una de las voces más queridas de la balada latina. Guayaquil vivió una noche inolvidable entre desorden, emoción y un toque azul que quedará en la memoria de sus seguidores.
Concierto en Quito
El concierto de Guayaquil no fue el único. Cristian Castro deslumbró al público quiteño con un espectáculo vibrante en la Plaza de Toros, donde ofreció casi dos horas de interpretación impecable y energía desbordante. Pese a la dificultad que le provocó la altitud de Quito, “me falta oxígeno”, admitió entre risas, el artista alcanzó con fuerza los exigentes tonos de sus grandes éxitos y mantuvo cautivada a una audiencia que coreó cada canción de principio a fin.
La velada comenzó con la banda ecuatoriana Tercer Mundo, que encendió el ambiente con un recorrido por sus temas más recordados de los años 90 y 2000, además de algunas composiciones nuevas. Tras una hora de espera y un ambiente cargado de expectativa, a las 22:00 en punto, el sonido de un popurrí instrumental marcó la entrada de Castro al escenario, acompañado por una orquesta.
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