Con el cuerpo tendido sobre la lona y la mirada perdida hacia las luces del estadio, John Cena se despidió de Indianápolis tras caer una vez más ante su eterno némesis: Brock Lesnar.
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Brock Lesnar dominando a John Cena.( )
Con el cuerpo tendido sobre la lona y la mirada perdida hacia las luces del estadio, John Cena se despidió de Indianápolis tras caer una vez más ante su eterno némesis: Brock Lesnar. La escena marcó el final de una de las rivalidades más emblemáticas y longevas en la historia de la WWE.
El combate tuvo lugar en Wrestlepalooza, evento que abrió con la esperada conclusión del duelo que comenzó hace más de dos décadas en Ohio Valley Wrestling (OVW), cuando ambos luchadores eran apenas promesas del negocio.
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En esta última batalla, Lesnar impuso su poderío físico y celebró con su clásica sonrisa desafiante, mientras Paul Heyman, su eterno aliado, lo presentaba como "La Bestia Encarnada" por última vez ante Cena.
Aunque el enfrentamiento fue breve y no alcanzó la intensidad de sus grandes choques del pasado, el simbolismo superó a la técnica. Ambos luchadores recurrieron a sus movimientos clásicos: su limitado pero efectivo arsenal bastó para generar la ovación del público, que entendía que estaban presenciando el cierre de un capítulo fundamental en la historia moderna de la WWE.
Cena, 17 veces campeón mundial, dio pelea en su despedida, intentando resistir los embates de Lesnar. Sin embargo, un contundente F-5 selló el destino del combate y posiblemente, la carrera del ícono en esa ciudad. Lesnar, firme como en sus mejores noches, levantó los brazos en señal de victoria ante un público dividido entre la nostalgia y la emoción.
Aunque ni WWE ni Cena han confirmado oficialmente un retiro definitivo, esta podría ser una de las últimas presentaciones del luchador-actor en un cuadrilátero. En tanto, Lesnar refuerza su leyenda como uno de los rivales más imponentes que Cena enfrentó a lo largo de su carrera.
Así, Wrestlepalooza no solo ofreció espectáculo, sino también historia: la despedida simbólica de una era dorada que marcó a toda una generación de fanáticos de la lucha libre profesional.
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