El Sudamericano será una prueba para Kendry Páez, quien deberá demostrar que está preparado para enfrentar los desafíos que le esperan en el Chelsea a partir de mayo.
El Campeonato Sudamericano Sub-20 está a la vuelta de la esquina, y la selección de Ecuador llega como uno de los equipos favoritos, respaldado por una generación de jugadores con experiencia en el ámbito profesional.
Sin embargo, todas las miradas recaen sobre Kendry Páez, la joven promesa que, tras un 2024 lleno de altibajos, busca reivindicarse y liderar a la Tri hacia uno de los cuatro cupos para el Mundial Sub-20 en Chile.
Con apenas 16 años, Páez ya sabe lo que es vestir la camiseta de la selección absoluta. Sus 9 partidos en las eliminatorias al Mundial 2026, junto a su participación en la Copa América de Estados Unidos, son un aval de su potencial.
No obstante, su rendimiento reciente, tanto en la selección como en su club, ha generado dudas. El talento del joven que deslumbró al mundo con Independiente del Valle parece haber perdido brillo, algo que el propio jugador debe cambiar en este torneo.
Es ahora o nunca. Páez debe mostrar un mejor nivel que lo respalde para pressentarse en mayo próximo a su nuevo equipo, el Chelsea inglés, que adquirió sus derechos deportivos al Independiente del Valle en junio del 2023.
ECUADOR, FAVORITO EN EL SUB 20
La Sub-20 no es solo una vitrina para Páez, sino también para un plantel repleto de nombres destacados. Kenny Arroyo, figura de Independiente del Valle y también con minutos en la selección absoluta, y Justin Lerma, el prodigio que ya pertenece al Borussia Dortmund, serán piezas clave.
Junto a ellos, jugadores como Diogo Bagüi, Ronny Borja y Elkin Muñoz, del Emelec, y Allen Obando, del Barcelona, también prometen dejar huella.
La experiencia de Miguel Bravo como entrenador será vital. Su convocatoria de 23 jugadores combina juventud y rodaje profesional, una mezcla que podría ser la clave para superar a rivales de peso como Argentina, Brasil y Colombia en el complicado Grupo B.
No será una tarea fácil, pero Ecuador ya ha demostrado en ediciones anteriores que puede ser protagonista en esta categoría.
Este Sudamericano es, sin duda, una prueba para Páez, quien deberá demostrar que está preparado para enfrentar los desafíos que le esperan en el Chelsea a partir de mayo. Pero también es una oportunidad para el resto de la generación, que tiene el talento necesario para escribir un capítulo glorioso en la historia del fútbol ecuatoriano.
El debut contra Bolivia el 21 de enero será la primera prueba de fuego. El país entero espera que esta generación esté a la altura del reto.
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