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Amaños en el fútbol ecuatoriano: una cronología que revela una red cada vez más poderosa
Los casos de David Cabezas y Anthony Bedoya, jugadores de El Nacional amenazados para perder partidos, se suman a otros que ya han encendido alertas por amaños.
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El fútbol ecuatoriano ha sufrido nuevos casos de amaño de partidos.( )
Una crisis sin precedentes sacude al fútbol ecuatoriano. Lo que en un principio parecían casos aislados, hoy se perfila como una red estructurada de manipulación de resultados, con nexos directos con el crimen organizado y las apuestas ilegales.
Así lo revela un informe de la Dirección de Integridad y Antipiratería de la LigaPro, firmado por Gabriel Drouet, que concluye: en Ecuador opera una “estructura organizada de manipulación de resultados y apuestas deportivas ilegales”.
El documento, basado en investigaciones realizadas entre 2023 y 2025, marca un antes y un después en la lucha contra los amaños. A continuación, un repaso cronológico de los principales casos confirmados hasta hoy.
2023: El caso Milton Bolaños marca un precedente
El primer golpe concreto llegó en 2023. Milton Bolaños, defensor del club Libertad FC, fue sancionado por la LigaPro tras una investigación que lo vinculó directamente con apuestas deportivas.
En 2024, el Comité de Apelaciones del Centro de Arbitraje y Conciliación de la Cámara de Comercio de Guayaquil ratificó la sanción: dos años de suspensión.
Libertad FC, su club en ese momento, fue castigado con la pérdida de 4 puntos y una multa de USD 30 mil. El fallo fue apelado al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), que finalmente confirmó la sanción en mayo de 2024, convirtiendo a Bolaños en el primer jugador sancionado por manipulación de partidos en la historia de LigaPro.
2024: Amenazas armadas contra Chacaritas FC
Un nuevo episodio alarmante ocurrió en 2024, cuando un video se viralizó mostrando a futbolistas de Chacaritas FC retenidos por encapuchados armados. Según investigaciones, los jugadores fueron amenazados para favorecer apuestas ilegales, en lo que fue uno de los primeros actos visibles del crimen organizado permeando el fútbol de ascenso.
2025: Gualaceo y Chacaritas, en el ojo del huracán
En 2025, las alarmas se encendieron de forma definitiva. El 19 de marzo, el partido Gualaceo vs. Chacaritas, por la Serie B, fue señalado como el caso más grave por la Dirección de Integridad. El cotejo recibió nivel 5 de alerta (el máximo) por parte de la empresa británica Stats Perform, experta en detección de patrones anómalos en apuestas.
El resultado final, 3-2, coincidió con apuestas previas detectadas por un monto superior a USD 140 000. La investigación aportó pruebas como:
Videos de errores no forzados que favorecieron al rival.
Audios que mencionan el amaño.
Capturas de Telegram promocionando el marcador exacto.
Denuncias anónimas e internas de jugadores y dirigentes.
El club Gualaceo quedó bajo sospecha directa. El informe revela que su estructura de gestión —con supuestos inversionistas brasileños y ecuatorianos con antecedentes judiciales— representa “un riesgo grave para la integridad de la competencia”. Incluso un jugador, bajo reserva, confesó que varios de sus compañeros recibieron pagos para perder partidos.
Desde Chacaritas, su presidente Holger Maroto fue contundente: “Los jugadores se olvidaron del fútbol”. Posteriormente, el club cambió al 70 % de la plantilla.
Crimen organizado y asesinatos
En septiembre de 2025, el escándalo alcanzó un nuevo nivel de gravedad. En apenas nueve días, tres futbolistas vinculados a clubes de Segunda Categoría y Serie B fueron asesinados en circunstancias conectadas a las apuestas ilegales:
Maicol Valencia y Leandro Yépez, del club Exapromo, fueron acribillados en un hostal de Manta.
Jonathan González, del club 22 de Julio (Serie B), fue asesinado en su casa en Esmeraldas tras recibir amenazas por negarse a manipular partidos.
Las investigaciones policiales vinculan directamente estos asesinatos con el crimen organizado y su injerencia creciente en el fútbol profesional y amateur.
El Nacional y la Serie A también bajo amenaza
Este miércoles, se confirmó que al menos dos jugadores de El Nacional (Serie A) han sido extorsionados para perder partidos. Esta revelación confirma que la red criminal ya no opera solo en categorías inferiores, sino que ha alcanzado la élite del fútbol ecuatoriano.
Un informe que exige sanciones ejemplares
El informe de la Dirección de Integridad ya se encuentra en manos del Comité Disciplinario de la Cámara de Comercio de Guayaquil, órgano encargado de aplicar sanciones en torneos de LigaPro. En su recomendación, se sugiere la eliminación y suspensión definitiva de los equipos involucrados, de comprobarse su responsabilidad.
El documento concluye con una advertencia contundente: estos hechos no son aislados, sino parte de una red sostenida, infiltrada en clubes, dirigencias y jugadores. Y añade que representan un daño “extraordinariamente lesivo para la imagen y el buen nombre del fútbol ecuatoriano”.
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