El césped sintético, protagonista en la semifinal entre Atlético Mineiro e Independiente del Valle por la Sudamericana

Independiente del Valle ya pisa suelo brasileño. El equipo ecuatoriano realizó su última práctica la noche del lunes 27 de octubre en Belo Horizonte, afinando detalles para el decisivo duelo de vuelta de la semifinal de la Copa Sudamericana ante Atlético Mineiro.

El partido, programado para este martes a las 21:30 hora local (19:30 de Ecuador), se disputará en el estadio Arena MRV, un escenario moderno que recientemente cambió su superficie de césped natural a sintético. Ese detalle, lejos de ser menor, ha centrado buena parte de la preparación del equipo dirigido por Javier Rabanal.

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El cambio en el estadio brasileño responde a una razón estructural: su diseño arquitectónico incluye un anillo superior que funciona como techo y bloquea la entrada de luz solar sobre una amplia zona del terreno de juego. La falta de luz impedía el crecimiento y la recuperación del césped natural, por lo que Atlético Mineiro optó por una superficie artificial, más resistente y funcional para otros eventos, como conciertos.

Consciente de la diferencia que puede marcar ese tipo de terreno, Rabanal pidió expresamente entrenar en un campo de césped sintético antes del partido. Para ello, Independiente del Valle utilizó las instalaciones del Centro de Entrenamiento Toca da Raposa 2, propiedad del Cruzeiro, donde uno de los campos cuenta con las mismas características que el del Arena MRV y es utilizado por el primer equipo cuando enfrenta rivales en superficies similares.

Sin embargo, el nuevo campo del estadio no ha estado exento de polémica. Varios futbolistas se han quejado de sus condiciones, incluido Neymar, quien el pasado 14 de septiembre sufrió un esguince de tobillo apenas un minuto después de iniciado un partido amistoso con el Santos. El astro brasileño no tardó en expresar su molestia en redes sociales: “Comprobado, el pasto sintético es una m...”, escribió.

Independiente del Valle, que empató 1-1 en la ida en Quito, buscará en este escenario su pase a la tercera final de la Copa Sudamericana de su historia. Pero antes de pensar en el resultado, deberá adaptarse rápido a un césped que promete ser tan protagonista como los jugadores que lo pisen.