¡Revuelo en Auckland City! Conflicto por el reparto de premios tras el empate histórico contra Boca Juniors

El Auckland City, el equipo semiprofesional de Nueva Zelanda, está en el ojo del huracán. Tras su histórico empate 1-1 contra Boca Juniors en el Mundial de Clubes 2025, lo que debería haber sido pura celebración se convirtió en un gran dolor de cabeza, ya que se desató una fuerte pelea por el reparto del dinero que ganaron en el torneo.

El empate contra el equipo argentino les valió USD 1 millón de premio por parte de la FIFA. Para el Auckland City, esta cantidad es gigantesca, casi el doble de su presupuesto anual. Es un contraste enorme con equipos como el Bayern Múnich, que manejan cifras multimillonarias y pagan a sus jugadores más de medio millón a la semana, mientras los futbolistas del Auckland City apenas reciben unos USD 90 por semana para cubrir gastos básicos.

El problema surgió porque, aunque el premio es enorme para ellos, no hay claridad sobre cómo se va a repartir entre jugadores, cuerpo técnico y la directiva. Además, existe una disputa con la Federación de Fútbol de Nueva Zelanda sobre quién administra y cómo se distribuye el dinero.

Gordon Watson, director general del Auckland City, explicó que la liga nacional les exige a los clubes entregar cualquier premio. Luego, la federación lo deposita en las cuentas y lo reparte según sus reglas. "Nunca hemos estado en esto para buscar una recompensa económica", afirmó Watson, sugiriendo que el verdadero valor para sus jugadores es más "emocional y espiritual".

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Por su parte, Andrew Pragnell, director ejecutivo de NZ Football, la Federación de Fútbol de Nueva Zelanda, se mantuvo hermético, diciendo que el modelo de reparto se acordó con todos los clubes y busca el beneficio general. Aseguró que la federación se quedará con la parte más pequeña y que el Auckland City no solo no perderá dinero, sino que también recibirá una buena recompensa.

Además de todo este problema de repartición del premio, parece que el conflicto también ha llegado al vestuario. Paul Posa, el entrenador del Auckland City, quien además trabaja como dentista, podría tener los días contados. Aunque se mostró muy feliz tras el empate contra Boca, diciendo que era una "recompensa para todos los que trabajan en el club", muchos de sus jugadores ya le han pedido la renuncia.

Los futbolistas del Auckland City, muchos de los cuales son profesores, choferes, vendedores, agentes inmobiliarios, etc., habrían argumentado antes del torneo que Posa no estaba preparado para dirigir al equipo en un evento de semejante tamaño e importancia.

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