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Emelec necesita una profunda reflexión sobre su rumbo y una reestructuración que permita corregir los errores cometidos y evitar que la crisis se agrave.
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Emelec acumuló su tercera derrota consecutiva en la segunda etapa de la Liga Pro.( )
El Club Sport Emelec atraviesa uno de los momentos más difíciles de su historia reciente, un periodo de turbulencia que ha expuesto tanto deficiencias deportivas como dirigenciales.
La situación ha llegado a un punto crítico tras la reciente derrota 0-1 en casa contra El Nacional, que dejó al equipo con tres derrotas consecutivas en la segunda etapa de la Liga Pro.
Esta caída libre en la tabla de posiciones ha encendido las alarmas entre los hinchas, que ya no solo exigen resultados en el campo, sino también un cambio en la dirección del club, con la figura del presidente José Pileggi en el centro de las críticas.
La preocupación de la afición es comprensible. El equipo azul no ha saboreado la victoria desde hace casi tres meses, la última fue un 1-2 ante Imbabura el 24 de mayo pasado, por la fecha 14 de la primera etapa de la Liga Pro, un dato alarmante para un club con la historia y la exigencia de Emelec.
En la tabla acumulada, que determina los cupos a torneos internacionales, Emelec ha caído al séptimo puesto y una nueva derrota podría sacarlo de los ocho primeros lugares, poniendo en riesgo su participación en competiciones continentales el próximo año, algo de lo que ya se privó en este 2024.
Pero lo que más inquieta a la hinchada es el fantasma del descenso, que podría materializarse si la racha negativa continúa.
A este panorama sombrío en lo deportivo se suman los errores dirigenciales que han agravado la situación. El reciente escándalo de la sanción de tres puntos menos, impuesta por la Comisión Disciplinaria de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), es el reflejo de una administración que parece estar perdiendo el control.
Emelec necesita una profunda reflexión sobre su rumbo y una reestructuración que permita corregir los errores cometidos y evitar que la crisis se agrave.
La sanción, originada por una deuda con el futbolista Christian Cruz, es resultado de un fallo en la comunicación entre el club y el agente del jugador, quien, según se argumenta, notificó el pago fuera de plazo debido a un error humano.
Aunque el club asegura haber cumplido a tiempo con la obligación financiera y ya presentó una apelación, la FEF aún debe decidir si da marcha atrás o si se mantiene en su posición de no reconocer la notificación tardía, imponiendo una sanción que podría tener repercusiones graves para el equipo en la Liga Pro.
Este incidente no es un hecho aislado, sino parte de una serie de errores que han minado la confianza de la afición en la dirigencia. Desde la inscripción indebida de un juvenil, que resultó en una sanción de la FIFA y la prohibición de hacer contrataciones durante dos años, hasta los problemas internos que han afectado la moral del equipo, como el despido intempestivo de jugadores como Miller Bolaños y Brian 'Cuco' Angulo.
La imagen pública del presidente Pileggi se ha visto gravemente afectada, con sectores de la hinchada cuestionando su capacidad para liderar al club en este momento crítico.
El cartel colocado en Samanes, que reza "la presidencia de Emelec te quedó grande", y la protesta de la hinchada azul, que se tomó los alrededores del Capwell la noche del domingo tras una nueva derrota, son un reflejo del sentir de una afición que se siente traicionada y preocupada por el futuro del club.
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