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Personas acuden a sufragar.( )
Hay dos factores que podrían facilitar al Gobierno el triunfo en la consulta del 16 de noviembre. Uno, la cortísima campaña para su difusión, que permite al presidente Daniel Noboa mover la maquinaria estatal y su estructura mediática y digital para fortalecer su narrativa por el Sí.
Dos, el hecho de que no haya un gran contradictor de carne y hueso que se abandere del No y vuelva esta consulta popular una suerte de plebiscito a la gestión del mandatario. Sin embargo, hay varios factores que han ensombrecido al Régimen en este proceso y han desatado —de lo que se ve en redes— una suerte de reacción orgánica adversa a sus postulados.
“Los errores del oficialismo son conceptuales y, por ende, pueden resultarle altamente perjudiciales. El propio Presidente se ha dado cuenta de ello y ha tenido que recular”.
El más notorio tiene que ver con el lugar donde se instalará la (o las) base militar extranjera si pasa la pregunta A. En más de una ocasión, Noboa habló de Baltra (Galápagos), pero luego de las críticas profusas que aparecieron ante posibles instalaciones que pudieran alterar el ecosistema de las islas, Noboa descartó esa ubicación, para hablar de Santa Elena, Manta y hasta Sucumbíos.
Es claro que el Régimen se estresó por la reacción adversa de la gente, sobre todo los más jóvenes, a que se afecte Galápagos. Aquí, las críticas de la escucha social fueron espontáneas y sin un claro liderazgo opositor.
El segundo tema tiene que ver con los cambios al IESS. Y allí Noboa, lejos de aclarar los duros y cuestionamientos a su idea de que toda la atención y prestaciones médicas y hospitalarias de este sistema pasen al Ministerio de Salud, se ha enredado en conceptos políticamente costosos. Nunca ha sido fácil para cualquier presidente plantear cambios o reformas de alto calado al IESS. Peor aún, sobre los temas de los que ha hablado Noboa, con absoluta superficialidad, que de concretarse darían un vuelco a todo el sistema de seguridad social que rige desde hace casi un siglo.
En ese sentido, una reforma que para muchos expertos luce interesante y necesaria puede echar a perder la base misma de la consulta del 16 de noviembre si no se la modela o aclara con cuidado.
Más allá del tema Galápagos, el Régimen no mostrado tener un buen sistema de control de daños que anticipe lo delicado que pueden resultar ciertas conversaciones lanzadas al azar, más aún cuando la gestión del Gobierno muestra muchas falencias (asesinatos que no ceden, servicios públicos defectuosos y denuncias de poca transparencia como en el propio IESS).
En todo caso, sus estrategas confían en que Noboa tiene fuerza de arrastre y muy buena capa de teflón para avanzar en la consulta con éxito. Para ellos, la luna de miel sigue.
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