Otra vez la dolarización

Las urgencias del gobierno cambian a una velocidad impresionante. Hace exactamente un mes se debatía la trascendencia del caso Metástasis con la crítica añadida de que el presidente Daniel Noboa no le había prestado la suficiente atención y que, presionado por cumplir su promesa de ir hacia una consulta popular, diseñó un cuestionario fofo, desalentando a buena parte de sus electores.

Una semana después nos desayunamos la fuga Fito sin que Carondelet diera una explicación sólida; vinieron el estado de excepción, los bombazos, la toma de TC Televisión, la declaratoria de guerra interna y la urgencia por financiar el conflicto.

Ahora que la gente está satisfecha por el orden público que han logrado imponer los militares y la policía con la venia de EE.UU., la discusión sobre la economía toma otras proporciones mucho más amplias y dramáticas.

Febrero arranca para Noboa con una alerta que no debe ser minimizada y peor soslayada: la economía agoniza y la dolarización corre peligro.

El bache fiscal es hondo y la capacidad de financiamiento del sector público, vía impuestos y endeudamiento, está seriamente agotada. Es más, si el Presidente logra subir el IVA en tres puntos habrá dado un paso importante, pero no suficiente.

Cordes, varios sectores empresariales del país y buena parte de los analistas económicos advierten a Noboa que si no ajusta la variable del gasto público, el flujo de pagos desde el Gobierno central se detendrá por falta de liquidez, lo que obligaría a usar mecanismos alternativos de pago (¡vaya eufemismo!) para aliviar los compromisos en salarios, rentas a los GADs y proveedores.

Entonces, volvemos otra vez a hablar de los patacones o lo que Andrés Arauz llamó ‘ecuadólares’ y que le costó varios puntos de aceptación a su candidata Luisa González.

Expertos sostienen que la alarma de Cordes y los empresarios puede ser un tanto exagerada y que el país, precisamente por tener una moneda tan apreciada por los ecuatorianos, nunca aceptará una alternativa de ese tipo.

Sin embargo, el oxígeno se acaba para la economía ecuatoriana y en esa búsqueda desesperada de recursos quizás radique la posibilidad de que la Revolución Ciudadana, el PSC y Construye den paso a la votación del informe para segundo debate de la reforma tributaria, el próximo martes 6, donde se plantea subir el ISD y se añaden contribuciones a los bancos y empresas fuertes para que el Presidente tenga la opción de usar el veto parcial y ratificar su objetivo de incrementar el IVA al 15%, pues no habría los 92 votos posteriores para negarlo.

La siguiente batalla para salvar la dolarización vendrá por cuenta del gasto público. La reducción del subsidio a los combustibles y la moratoria para el cierre del Bloque 43 del ITT parecen inminentes, por lo que restará ver cómo el correísmo, Nebot, Construye y la Conaie reaccionan.

Con tanto lío económico, quizás terminemos por relativizar la prelación que hoy tiene la guerra como eje de la discusión nacional.