¿Es viable en Ecuador la propuesta de Andrés Arauz sobre el ecuadólar?

Las criticas a la dolarización han sido, al menos en lo discursivo, muy cercanas al correísmo. Antes de llegar al poder en 2007, Rafael Correa, como académico, cuestionó la dolarización por la manera en la que fue adoptada (crisis financiera de 1999) y porque le privó al Estado de una herramienta de control monetario necesaria, según él, para el manejo de cualquier economía. Sin embargo, en los 10 años de su gobierno, el sistema se mantuvo.

Pero, Andrés Arauz ha persistido en sus críticas a la dolarización que ya tiene 23 años en el país. Y ahora se ha vuelto a poner el tema sobre la mesa.

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En una entrevista con el diario Perfil y Net TV de Argentina, en abril pasado, es decir antes de que el presidente Guillermo Lasso convocara a muerte cruzada y se llamara a elecciones anticipadas, Arauz habló de una ecuadolarización. Su propuesta consiste en la generación de medios de pago electrónico: "un dinero digital de banca central ecuatoriana que permita aprovechar la dolarización, pero con medios de pago domésticos, soberanos", explicó el candidato.

Con esta propuesta, el Banco Central absorbería los dólares y los utilizaría para pagos internacionales, puesto que el ecuadólar no tendría valor en el exterior. Y tampoco poseería un respaldo físico a escala nacional. Bajo la lógica de Arauz, funcionaría virtualmente, pues “el utilizar billetes dólares para pagos nacionales es extremadamente ineficiente y reduce las oportunidades de comercio internacional”.

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Este modelo funcionaría “a partir del uso de las tecnologías modernas, los medios de pagos electrónicos. No una convertibilidad de vieja usanza, sino que una ecuadolarización con medios electrónicos y, además, con una política muy activa en la administración de la balanza de pagos para evitar la fuga de capitales que en Ecuador es crónica”, explicó en abril el candidato.

Sin embargo, en declaraciones difundidas este 8 de agosto, Arauz contradijo lo que ha dicho en varias declaraciones y defendió el dólar. Dijo que es una moneda mundial y que los migrantes son los que más dólares le traen a Ecuador, "no son los banqueros", aseguró el candidato de manera enérgica.

Esta idea preocupa al economista Walter Spurrier, quien asegura que ello significaría que "el Estado absorbería nuestros dólares, ya no tendríamos dólares en nuestras cuentas. Pero no recibiríamos a cambio otra moneda, como sucre o peso, que pudiéramos cambiar por dólares en un banco, sino ecuadólares, esto es un medio de pago de validez solo en territorio nacional". Algo así como el Cadivi, un sistema que ya fracasó en Venezuela; otro ejemplo es Argentina, pese a que ambas naciones tienen su propia moneda.

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Para el economista Pablo Dávalos, esta sería una interpretación equivocada. A lo que se referiría Arauz es al fortalecimiento de medios electrónicos de pago, como los que ya se utilizan en la actualidad para transferencias de dinero. Y, a lo que se debería apuntar es a una moneda digital del Banco Central, que ya se manejó en el gobierno de Correa, pero fracasó.

Pero, para Spurrier esto llevaría al Ecuador a una realidad similar a la de Venezuela o Argentina, en la que los únicos dólares físicos que circularían serían los que traigan los turistas. "Quienes capten esos billetes y quieran comprar bienes y servicios con ellos, probablemente conseguirán grandes descuentos: el ecuadólar se depreciaría permanentemente frente al dólar de verdad", explicó en su columna para El Universo. Incluso, supone que el gobierno tendría que otorgar un pequeño cupo mensual de conversión de ecuadólares en dólares a retirar en cajeros automáticos.

Juan Rivadeneira, consultor de Gestión de Entorno, asegura que esta iniciativa no tendría buena acogida en el Ecuador, puesto que el 96% de la población apoya la dolarización. Y, aunque solamente se trate de un sistema de medios electrónicos de pago, la desconfianza que existe en la gente, sumada baja conectividad y al analfabetismo digital no la harían aplicable a escala nacional.

Con él coincide el economista Dávalos, quien también señala a la falta de confianza y las limitaciones de conexión como los principales problemas de la propuesta.

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En la situación actual, la aplicación de la moneda de Arauz representaría además la desconfianza de los inversionistas. Rivadeneira sugiere que, aunque hoy en día Ecuador tiene un riesgo país alto, que incluso llegó a los 2 000 puntos, todavía es atractivo para empresas del extranjero. Y esto se debe a la dolarización. Paulatinamente, desde el 2000 esta moneda controló la inflación, brindó estabilidad puesto que no es una moneda que no pierde valor y, fundamentalmente, genera confianza, asegura.

Además, Juan Rivadeneira explica este plan como un nuevo error de campaña del correísmo, pues al Arauz, al motivar un sistema que absorba los dólares y maneje un sistema doméstico. "Hoy el impacto se demuestra en que los propios miembros del partido están sacando el tema de la conversación y buscan reparar error", explica. Este se sumaría a la iniciativa de Arauz de sentarse a dialogar con los 10 más buscados del país, que también generó rechazo en la población.