15 sep 2025 , 18:00

Diésel: de Mahuad a Noboa

   

    El Gobierno apunta a que su decisión de eliminar el subsidio al diésel no genere los estallidos sociales que los presidentes Bucaram, Mahuad, Gustavo Noboa, Moreno y Lasso sufrieron con diferente intensidad.

    Para ello, prácticamente, ha trasladado el costosísimo impacto de esa subvención (1.100 millones de dólares) a compensaciones directas a transportistas, agricultores y familias vulnerables. La contabilidad quedó tas con tas porque tener gobernabilidad en las calles es carísimo.

    En todo caso, si el fin del subsidio al diésel se sostiene, se podría decir que Ecuador habrá superado el gran tema tabú de los últimos 26 años. En realidad, una verdadera pesadilla.

    Del ajuste del precio del gas, de las gasolinas y el diésel se ha hablado siempre, incluso cuando Rafael Correa gobernaba el país en plena bonanza petrolera, sin tener que preocuparse por estos recortes porque no los necesitaba. Su programa económico, visto con sentido histórico, puede resumirse en un solo refrán: pan para hoy, hambre para mañana.

    El presidente Daniel Noboa, vale reconocerlo, ha tenido la frontalidad de echar abajo este subsidio. Quizás dos elementos muy importantes lo obligaron: la necesidad de que se mantenga el programa económico con el FMI y el combate al crimen organizado, pues había que cortar de raíz el contrabando de combustible barato para las mafias.

    Vale recordar que este Gobierno ha logrado, con gran éxito político, introducir dos medidas económicas trascendentales: alza de tres puntos al IVA y fin del subsidio a las gasolinas (los taxis fueron compensados). Serán tres si se mantiene la subida del diésel.

    Es decir que, tras 26 años, su plan de sinceramiento fiscal se empata con el que Jamil Mahuad logró, a costa de su propia supervivencia política, en 1999. En medio de la crisis bancaria, Mahuad subió dos puntos al IVA (del 10% al 12%). Esta tasa, salvo el año posterior al terremoto en Manabí, se mantuvo vigente hasta que Noboa lo fijó en el 15% el año pasado.

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    Los intentos de casi todos los mandatarios por eliminar el subsidio al diésel y a las gasolinas han sido costosos en términos políticos. Basta con recordar que en 2019, Lenín Moreno tuvo que derogar el decreto respectivo porque las protestas incendiaron el país y casi tumban al Gobierno. De igual manera, con Guillermo Lasso, quien tuvo que volver a subvencionar las gasolinas porque el paro de 2022 lo arrinconó por completo.

    Aún es muy temprano para que Noboa cante victoria, a pesar de que hay señales que advierten la desarticulación de los grupos sociales y cierto grado de conciencia en la población de que estas medidas son necesarias.

    El Régimen estaría leyendo bien el timming político, pero cabe insistir que los enormes beneficios de cortar de un tajo el subsidio al diésel no serán rentables si el Presidente termina secuestrado por los transportistas y su enorme pliego de compensaciones.

    El círculo se cerrará cuando toda la cadena productiva alrededor del diésel se sincere por completo.

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    *El acero verde que se forja con millones de toneladas de chatarra reciclada. Más de 2,5 millones de toneladas de chatarra han sido recicladas en los últimos quince años en Ecuador. El objetivo es forjar un acero verde, empleado en emblemáticas construcciones como el primer rascacielos del país, que se levanta en la ciudad de Guayaquil. https://www.ecuavisa.com/noticias/ecuador/acero-verde-forja-ecuador-millones-toneladas-chatarra-reciclada-EB10119094
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