Paiva, profeta con Botafogo

En Ecuador, algunos todavía lo recuerdan como el entrenador que no terminó el proyecto. Otros, como el que guio a Independiente del Valle a su primer título en Ecuador con una propuesta ofensiva, audaz, incluso desafiante. Pero lo cierto es que Renato Paiva encontró su plenitud lejos de Sangolquí, aunque aquí dejó las primeras señales de lo que sería: un técnico capaz de escribir historias que nadie se atreve a imaginar.

Ahora, desde la banca de Botafogo, el portugués vuelve a sorprender al continente. Le dijeron que su equipo solo iría al Mundial de Clubes a "ver a Mickey" cuando se supo que enfrentaría al París Saint-Germain y al Atlético de Madrid.

Paiva, con ese tono desafiante que también conocimos en Ecuador, se atrevió a creer lo impensado y terminó clasificando a octavos de final, venciendo en el camino 1-0 al campeón de Europa. Sí, al PSG de Willian Pacho.

"El cementerio del fútbol está lleno de favoritos", lanzó días antes de ese duelo. No fue una simple frase para la galería. Fue una convicción respaldada en su trabajo, en el carácter de su grupo y en un modelo de juego que privilegia la inteligencia táctica tanto como la intensidad.

El maestro que empezó en la cantera

No es casualidad que Paiva haya trabajado tantos años en las divisiones menores del Benfica. Lo suyo es formación, es construcción. En Independiente del Valle, esa vocación tuvo un entorno ideal: jóvenes con hambre, una dirigencia que apostó por su método y un país que recién empezaba a comprender el valor de un proceso.

Fue campeón en 2021, pero su relación con la prensa ecuatoriana fue tirante. Sus declaraciones irónicas no siempre cayeron bien, y su salida abrupta rumbo a León de México dejó un sabor agridulce. Hoy, su carrera demuestra que Paiva no abandonó un proyecto, simplemente se adelantó a su propio destino.

Brasil, el nuevo hogar del método Paiva

Tras Bahía y ahora con Botafogo, Paiva se consolida en la elite de un fútbol brasileño tan pasional como exigente. Su estilo –firme en defensa, valiente en ataque– ha sido bien recibido.

Y aunque no heredó el Botafogo campeón de 2023, sí lo ha transformado en un equipo competitivo en tiempo récord. Su lectura de los partidos, el manejo del grupo y la claridad táctica lo han convertido en una de las figuras del torneo.

Mientras en Ecuador nos seguimos debatiendo entre proyectos interrumpidos y técnicos improvisados, Paiva se permite el lujo de escribir capítulos épicos en estadios internacionales. No es un técnico de cartón: es un entrenador que planifica funerales futbolísticos para los favoritos y cumple su palabra.

Su siguiente desafío en el Mundial de Clubes será Palmeiras. Difícil sí, imposible no. Que le pregunten al PSG.