24 jul 2025 , 12:45

De Esmeraldas a San Siro: Pervis escribe su leyenda

El fichaje de Pervis Estupiñán por el AC Milan no solo es un salto en su carrera, es una declaración de orgullo para Ecuador.

   

Hay fichajes que trascienden lo deportivo y se convierten en símbolos. El de Pervis Estupiñán al AC Milan puede ser uno de ellos. El ecuatoriano no solo firmó con uno de los clubes más históricos del mundo; también heredó el número 2 que usó el brasileño Cafú, un mito de este club y del fútbol en general. Incluso fue elogiado por él.

Ese detalle no es menor: significa confianza, respeto y jerarquía. Y que un jugador nuestro vista esa camiseta, representa algo mucho más grande que un simple cambio de club. Estupiñán ha firmado hasta 2030 con los rossoneri, lo que demuestra la apuesta del Milan por su presente y su futuro.

Pero para llegar ahí, el camino ha sido largo y meritorio. Desde sus inicios en Liga de Quito, donde debutó con solo 17 años, hasta sus pasos por clubes españoles como Granada, Almería, Mallorca, Osasuna y Villarreal —donde alzó la Europa League—, y su consagración en el exigente Brighton de la Premier League.

Con apenas 27 años, Pervis ya ha jugado más de 250 partidos como profesional y ha marcado una diferencia en todas las ligas por las que ha pasado.

Y por si fuera poco, ha movido más de 60 millones de dólares en transferencias. Estupiñán no solo es un gran futbolista, también es una inversión rentable. Eso habla de su constancia, su disciplina y su capacidad de evolucionar.

Pero si hay algo que hace especial este momento es lo que representa para Ecuador. En un contexto donde a veces las noticias no son alentadoras, donde el país necesita referentes positivos, Pervis aparece como un ejemplo claro de que se puede soñar en grande. Que desde la periferia también se puede llegar a la élite mundial.

Su fichaje también repercute directamente en la selección ecuatoriana. No solo por el nivel de competencia que asumirá semana a semana, sino por el impulso anímico que su figura puede generar en sus compañeros.

Con Sebastián Beccacece al mando del equipo nacional, tener a un jugador consolidado en el Milan es una bendición táctica: será fundamental para construir desde la solidez defensiva y el desequilibrio por la banda.

Mientras tanto, el fútbol ecuatoriano celebra. No todos los días uno de los nuestros firma por el AC Milan. No todos los días se ve a un ecuatoriano con la camiseta de Cafú.

Pero lo más emocionante es que esto no parece el final de la historia, sino apenas un nuevo capítulo. Uno que Pervis Estupiñán, con humildad, esfuerzo y talento, está escribiendo con letras doradas.

Y desde aquí, desde Ecuador, lo leemos con orgullo.

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