IDV camina hacia la gloria

En un torneo tan largo como la temporada regular de la LigaPro, no hay mayor mérito que la consistencia. Y si hay un equipo que ha hecho de la regularidad su bandera, ese es Independiente del Valle.

Los rayados de Sangolquí no solo lideran la tabla de posiciones del campeonato local con autoridad, sino que, a falta de siete fechas, están trazando con paso firme el camino hacia el primer cupo directo a la Copa Libertadores 2026.

La ventaja de seis puntos sobre Liga de Quito, su escolta inmediato, y de ocho sobre Barcelona, tercero, no es un simple colchón. Es la consecuencia de un trabajo estructurado, de una idea de juego clara y de una institución que hace rato dejó de ser promesa para convertirse en modelo.

Pero el mérito no termina ahí: IDV no solo piensa en terminar primero en la fase regular, lo que ya sería un premio sustancial, sino que apunta a llegar al hexagonal final con una diferencia tan sólida que lo convierta, desde el arranque, en el gran favorito al título.

El formato de esta LigaPro 2025 no permite distracciones. Los puntos acumulados en las 30 fechas de la fase regular serán arrastrados al hexagonal por el título, así que cada victoria cuenta doble: por el presente y por el futuro.

En ese sentido, el calendario se ha alineado —al menos sobre el papel— para que los de Javier Rabanal sigan ampliando su ventaja.

De sus siete rivales restantes, tres están hundidos en la lucha por no descender: Manta, Técnico Universitario y Mushuc Runa. Otros dos —Vinotinto y Delfín— viven una campaña irregular que los mantiene en la zona media sin aspiraciones claras. Incluso el partido ante Emelec, en Guayaquil, se vislumbra como accesible: el bombillo apenas empieza a mostrar signos de mejoría, pero todavía está lejos de ser un oponente de temer.

¿El rival más complicado? Orense, cuarto en la tabla. Pero ese duelo se jugará en la altura de Sangolquí, donde Independiente suele hacerse fuerte y ahogar a sus visitantes. Todo esto indica que, si no hay un colapso inesperado, IDV está a punto de cerrar la mejor fase regular de su historia.

No es solo una cuestión de puntos. Es una demostración de superioridad futbolística, de gestión inteligente de plantilla, de capacidad para alternar entre torneos nacionales e internacionales sin perder el enfoque. Este Independiente no solo quiere ser el mejor de Ecuador: quiere seguir escribiendo su nombre en el continente.

Y con este paso galopante, lo está logrando.