El Bombillo mantiene viva su ilusión de volver a la Copa Libertadores a través de la Copa Ecuador.
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Pedro Ortiz
El camino de Emelec en la temporada 2025 no ha sido el soñado, pero aún no está todo dicho. En medio de un año irregular en la LigaPro, el Bombillo encontró en la Copa Ecuador una nueva oportunidad para salvar el orgullo y pelear por un premio mayor: volver a la Copa Libertadores 2026.
Pero no solo se trata del prestigio, volver a un torneo internacional implicaría para Emelec un ingreso económico que le daría oxígeno a su asfixiante situación financiera.
El equipo eléctrico avanzó a los cuartos de final de la Copa Ecuador tras una sufrida clasificación ante Leones del Norte, club de la tercera división, al que venció por penales (4-2) luego de un empate sin goles en el tiempo reglamentario.
No fue una actuación brillante, pero sí efectiva. Jugando en la altura, con problemas de suspensión de entrenamientos por falta de pagos, Emelec hizo lo justo para mantenerse con vida en un torneo que, hoy más que nunca, representa su última bala internacional.
Mientras Independiente del Valle goleaba sin piedad 0-6 a Gualaceo, con Michael Hoyos en modo imparable (cuatro goles y una actuación de lujo), Emelec debió transpirar más de la cuenta. Pero la clasificación vale igual, y el rival que se viene, Guayaquil City, es perfectamente accesible si el equipo muestra la jerarquía que su historia demanda.
La Copa Ecuador no es un consuelo: es una tabla de salvación. El campeón obtiene un cupo directo a la primera fase de la Copa Libertadores 2026. Y en ese escenario, las opciones para Emelec son más amplias de lo que parecen.
El equipo azul podría clasificar incluso sin ganar el título, dependiendo de los resultados y del estatus internacional de sus rivales —como Independiente del Valle, Universidad Católica o Liga de Quito—, que podrían acceder al torneo continental por la LigaPro.
Aun así, no hay espacio para la especulación: Emelec debe ganar. Ganarle a Guayaquil City, avanzar y llegar lo más lejos posible. Cada ronda será una final para un club que no puede darse el lujo de desperdiciar nada.
El hincha eléctrico lo sabe: este equipo no ha estado a la altura de su historia reciente, pero el fútbol siempre da revanchas. Y esta Copa Ecuador puede ser la oportunidad perfecta para reencontrarse con la mística que tantas veces encendió el Capwell y llevó al club a los grandes escenarios del continente.
La Copa Ecuador no es un torneo despreciable o de relleno, es para muchos la llave al sueño de la Copa Libertadores.
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