Una vez más, la mala gestión en las convocatorias del DT de Ecuador resultaron evidentes al jugar sin delanteros ante Brasil, pero el presidente de la FEF tiene mutismo selectivo.
- Sebastián Beccacece, seleccionador de Ecuador.( )
Habría que preguntarle a Francisco Egas, si permitiera las preguntas incómodas, quién manda en la Federación Ecuatoriana de Fútbol ¿él como presidente o el entrenador Sebastián Beccacece?
El seleccionador de Ecuador hace lo que le da la gana y cree que porque está zona de clasificación al Mundial 2026 no le debe explicaciones coherentes a nadie.
No es la primera vez que ocurre. Sus convocatorias tienen sospechas de corrupción o de poca inteligencia, lo cierto es que se muestra como un ser caprichoso, vanidoso con experimentos que no sirven, como poner a Alan Franco (un gran volante) de delantero ante Brasil.
Beccacece ya sabía que Enner Valencia, Leonardo Campana y Gonzalo Plata estaban lesionados; ya sabía, como lo sabemos todo, que Kevin Rodríguez no es titular en su equipo, que ha pasado lesionado y sin falta de ritmo. Pero el hombre murió en su ley, jugó ante Brasil sin delanteros.

Esto es como que un boxeador se presente a una pelea con las manos atadas a la espalda, a propósito, y pretenda ganarla sin tirar un solo puño al rival. Esa fue la descripción de Ecuador vs. Brasil.
Su gestión de la convocatoria es mala, pero no es una sorpresa, ya lo ha hecho antes, por eso sostengo que Egas -cuando decida hablar con alguno de los periodistas que él selecciona- debería explicar quién manda a quién.
Uno debe suponer que la lista, antes de hacerse pública, pasa por el escritorio de Egas y él tendría que llamar al orden al entrenador al ver que cita jugadores lesionados y sin ritmo: ¿profesor, cómo piensa ganarle a Brasil? ¿o no pensaba ganarle?
Con Egas en la FEF, al periodismo en general le toca solo imaginar estas cuestiones, porque la Federación se ha convertido en un club VIP, reservado solo para ciertos comunicadores que no hacen preguntas incómodas, que no cuestionan, que solo transmiten la voz oficial, relacionistas públicos con micrófono.
¿Alguien ha visto a Egas cabreado, como estamos todos, al ver que el necio de Beccacece prefiere usar a Franco de atacante en lugar de llamar a otro delantero fuera del círculo suyo o de la FEF?
¿Acaso Franco, un excelente volante, es mejor delantero que Daniel Valencia, goleador de la LigaPro con el Manta? ¿Acaso Miguel Parrales, goleador del Orense, no es ecuatoriano? ¿Acaso Michael Hoyos, goleador de IDV, no merece ser llamado a la selección, incluso más que el chico Guagua al que hizo debutar ante Chile sin haber jugado un solo minuto en la serie A?
¿En la nómina de la Tri, qué función cumple Kendry Páez, que no ha jugado un solo minuto este año? El joven está en el limbo, el Chelsea no ha decidido si hacerlo debutar o prestarlo tras un semestre sin ruedo en Independiente del Valle.
Pero eso no fue todo, Beccacece también juega con fuego en el arco. Llamó a cuatro arqueros esta vez y ahora colegimos el porqué. Si Galindez se lesiona en el calentamiento, es que ya venía tocado.
Pero, oh sorpresa, en la nómina incluyó a Moisés Ramírez, de pésimo rendimiento y suplente en su club, y a David Cabezas, que ha bajado su nivel en El Nacional y para colmo, lesionado.
Resulta que hoy Beccacece reemplaza a Galíndez con Gilmar Napa, suplente de Pedro Ortiz en un Emelec, que está peleando en la zona de descenso.
¿Qué hay que hacer para ser llamado a la selección? ¿Dónde se compra el puesto? Porque eso parece, un lugar al que se accede con membresía VIP, no un equipo basado en la meritocracia deportiva.
Hay tantas preguntas por hacerle, señor Egas.
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