Barcelona rompió una mala racha de cinco partidos sin ganar y recuperó el segundo lugar de la Liga Ecuabet, justo bajo la mirada de su nuevo entrenador, Ismael Rescalvo.
- Miguel Parrales anotó dos de los cinco goles con los que Barcelona venció de visitante al Mushuc Runa en el estadio Olímpico de Riobamba. ( )
En el fútbol, los momentos cambian con una rapidez tan desconcertante como reconfortante. Barcelona SC, que hasta hace una semana vivía en medio de la incertidumbre y el desgaste emocional, encontró oxígeno puro en la altura de Riobamba.
Un categórico 0-5 sobre Mushuc Runa no solo cortó una racha de cinco partidos sin ganar, sino que devolvió al Ídolo al segundo puesto de la Liga Ecuabet, a un solo punto del líder Independiente del Valle.
Sí, Barcelona vuelve a respirar. Y lo hizo tras el adiós de Segundo Castillo, bajo la fórmula menos esperada: con un técnico interino, con una modificación táctica tan simple como efectiva, y con un jugador que hasta ahora parecía perdido en la irregularidad: Janner Corozo.
Pablo Trobbiani lo puso como mediapunta y no como extremo, y así Janner se destapó con un triplete que lo reconcilia con su mejor versión. Miguel Parrales, su nuevo delantero, completó la fiesta con dos goles que invitan al optimismo.
Desde las gradas del Olímpico de Riobamba, Ismael Rescalvo observó en vivo el verdadero potencial del equipo que ahora dirigirá. El español, que apenas aterrizó en Guayaquil, ya fue testigo de que hay plantel y talento, pero que se necesita orden, convicción y constancia.
El reto que asume no es menor: devolver a Barcelona a un lugar de protagonismo sostenido y reactivar la confianza de una plantilla que ya mostró lo que es capaz de hacer cuando está inspirada.
La goleada también tiene un efecto colateral nada menor: pone presión al puntero. Independiente del Valle, que parecía escaparse, tropezó con un empate ante Liga de Quito sobre el final.
Ahora todo está apretado: 33 puntos para IDV, 32 para Barcelona, 30 para Liga. El torneo entra en una fase de alta tensión, donde cada detalle cuenta.
Barcelona volvió a ganar, y de qué manera. Pero más allá del marcador, lo que importa es lo que viene: un nuevo cuerpo técnico, una hinchada esperanzada y un plantel que, si juega como en Riobamba, puede soñar con todo.
La altura no le quitó el aire al Ídolo. Esta vez, lo llenó de vida, justo cuando más lo necesitaba.
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