Rescalvo dice que quiere recuperar jugadores. Pero el tiempo no está para revivir futbolistas de bajo nivel, sino para hacer que el equipo compita.
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Ismael Rescalvo, nuevo entrenador de Barcelona, debutó con un empate 3-3 ante Libertad en Guayaquil.( )
El debut de Ismael Rescalvo al frente de Barcelona SC dejó un sabor agridulce. El empate 3-3 en el Monumental ante Libertad de Loja, después de ir ganando 2-0, expone que los problemas del equipo van mucho más allá del cambio de entrenador. En apenas nueve minutos, el equipo de Juan Carlos León empató a los toreros, aprovechando cada desconexión defensiva y la fragilidad emocional del local.
Es cierto que se notó una ligera mejoría en el funcionamiento ofensivo. Con Rescalvo se vio una mejor distribución de los jugadores en campo rival, más circulación de pelota y un intento por encontrar asociaciones.
Fue un paso adelante respecto a lo mostrado bajo el mando de Segundo Castillo. Sin embargo, esa mejora duró poco: Barcelona se fue apagando y terminó siendo superado, en su propia casa, por un equipos que sabe cómo sacarle puntos a rivales de peso en este campeonato.
La gran tarea pendiente sigue siendo la defensa. Barcelona tiene una zaga de papel, que se desarma en cada balón detenido. Xavier Arreaga, uno de los llamados a liderar desde el fondo, deja huecos enormes cada vez que anticipa fuera de tiempo.
Pero no es solo él: la mitad de la cancha no contiene, sin importar quién juegue, y en el arco De Arruabarrena no brinda garantías. La ausencia del venezolano José David Contreras se siente cada jornada.
Rescalvo apenas ha dirigido tres entrenamientos y no se le puede pedir milagros. Pero tampoco puede darse el lujo de equivocarse tanto. Colocar como titular a Jhonny Quiñónez, que venía sin ritmo, fue un riesgo innecesario. Peor aún, la inclusión de Cristhian Solano como variante debilitó al equipo en el segundo tiempo.
Hay decisiones que no admiten ensayo y error cuando el margen es tan estrecho.
A Barcelona le quedan 12 fechas para cerrar la temporada regular y cada punto cuenta. Lo que se sume ahora influirá directamente en el hexagonal final, donde se define el título.
De momento, Independiente del Valle ya le sacó tres puntos de ventaja y será justamente su próximo rival. La oportunidad de igualarlo está servida, pero también el riesgo de quedar seis puntos atrás si vuelve a fallar.
Rescalvo dice que quiere recuperar jugadores. Pero el tiempo no está para revivir futbolistas de bajo nivel, sino para hacer que el equipo compita.
Si Barcelona no se hace fuerte atrás, si no corrige su fragilidad defensiva, ese lastre terminará hundiéndolo en la fase decisiva.
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